El rey Pelé, otra vez desnudo

Pelé, el rey del fútbol, no tiene paz. Ahora es acusado de que la empresa que lleva su nombre, la Pelé Sport y Marketing Inc, con sede en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, habría recibido 700.000 dólares estadounidenses (unos 120 millones de pesetas) en 1995 para un acto de beneficencia a favor de Unicef de Argentina que nunca se realizó. El dinero nunca fue devuelto. El escándalo fue revelado el domingo por el prestigioso diario Folha de São Paulo. El famoso atleta del siglo no había querido hasta ayer comentar las revelaciones del diario paulista.

Según dichas informaciones, la firma de Pelé aparece en dos contratos, uno de la Pelé Sports y Marketing Inc. con Unicef y el otro con la empresa Sports Vision. En el primero se comprometía a organizar una fiesta y un partido de fútbol para Unicef sin recibir lucro alguno para él. En el otro se comprometía a promover y participar en el evento por tres millones de dólares.

A través de la empresa Global Enterteinment, de Estados Unidos, y el banco Patricios, de Argentina, los 700.000 dólares captados por Sport Vision fueron enviados a Pelé Sports y Marketing Inc. El dinero se paró allí. El acto no se realizó y ni Unicef ni Argentina recibieron aquel dinero.

Precisamente ayer Pelé estaba en Nueva York participando en el lanzamiento de una campaña de la FIFA y de la Unicef que pretende transformar la Copa del Mundo de Corea del Sur y de Japón el año próximo en un acontecimiento a favor de los niños de todo el mundo. En la empresa del atleta, Pelé Sports y Marketing Inc., habían sido ya hallados indicios de corrupción fiscal y evasión de divisas en abril pasado por la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de Brasil sobre la corrupción del fútbol.