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El jazz exótico de Maria João y Mário Laginha cierra con éxito 'Perfil de Portugal'

Los músicos reclaman un mayor intercambio cultural entre los países de la península Ibérica

Sorprendieron y entusiasmaron. El exotismo del jazz con influencias africanas y brasileñas de la cantante Maria João y el pianista Mário Laginha cerró este fin de semana con un rotundo éxito Perfil de Portugal, una cita dedicada a promover la cultura y las artes del país vecino en España que se ha celebrado en Madrid. Los músicos portugueses embrujaron a la audiencia y reclamaron un mayor intercambio cultural entre los dos países, que aún no son, según ellos, suficientemente conocedores de lo que ocurre al otro lado de su frontera.

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Ambos demostraron en España, para quienes aún no lo saben, que la música de Portugal no es sólo fado y dramas, sino mucho más. Maria João, de madre mozambiqueña, inició su carrera musical en el mundo del jazz clásico, pero sus influencias y su poderosa voz, capaz de transformar en singulares melodías todo tipo de sonidos, fue derivando hacia un universo exótico y completamente original. El pianista Mário Laginha partió de la música clásica, se fue inclinando hacia el jazz y se ha convertido en un virtuoso del mestizaje que Portugal ha desarrollado con la música africana y brasileña.

Maria João define de una forma muy gráfica su singular estilo de música: 'Nuestro pie izquierdo es el jazz clásico. El otro es la improvisación, la libertad de espacios, crear nuevas melodías, nuevos ritmos, el mestizaje. Es un pie que busca todo, digiere todo, como un gran estómago que lo transforma todo y provoca esta música que hacemos'. Su estilo no se asemeja a nada conocido, es completamente original. Maria João afirma que eso 'constituye el mayor elogio que nos pueden hacer'. 'Más importante que tener una buena voz o un gran piano', dice, 'es tener nuestro propio rostro, nuestra seña de identidad, nuestro sello. Ya hay muy buenos músicos tocando jazz y muy buenas voces, pero lo más importantes es tener tu propio estilo, tu seña de identidad y ahí están nuestras influencias, en el triángulo Portugal, África y Brasil. Sería absurdo que renunciásemos a nuestras raíces, a un universo tan rico'.

Maria João inició su carrera en el mundo del jazz clásico hasta que, a principios de la década de los noventa, se unió al grupo portugués Cal Viva, del que formaban parte José Peixoto (hoy guitarrista de Madredeus) y Mário Laginha. Actuaron en la Expo 92 de Sevilla, y un año después los dos músicos grabaron su primer disco, Danças, iniciando así una fructífera colaboración que ya dura cerca de diez años y les ha llevado por los festivales de jazz más importantes del mundo. Durante 1997 recorrieron Mozambique e India para buscar nuevos ritmos. De ahí saldría Cor. En 1999 editaron Lobos, raposas e coiotes con la Orquesta de Radio de Hannover y un año después lanzaron Chorinho feliz, con la colaboración, entre otros, de Gilberto Gil. Su última aventura musical es Mumadgi, una palabra del dialecto changana de Mozambique que designa al portugués europeo. Un disco grabado en directo en el que participan el acordeonista brasileño Toninho Ferragutti y el percusionista noruego Helge Norbakken.

Laginha explica que las canciones 'son compuestas de una forma muy democrática, yo compongo la música y ella se ocupa de las letras; el problema es qué llega antes; en unas ocasiones componemos primero la música y ella encaja las letras o al contrario'. Maria João precisa, entre bromas, que siempre se pelean para adelantarse uno al otro.

El afecto y el viaje

La cantante portuguesa sostiene que aún existe un cierto desconocimiento entre España y Portugal: 'Debería haber mucho más intercambio cultural. Tenemos una historia casi paralela y una lengua muy similar. Nos entendemos, mejor o peor. Es muy fácil el afecto y el viaje entre ambas culturas, por lo que resulta un poco incomprensible que no haya un mayor intercambio en ambas direcciones'.

'Muchas veces', añade, 'la gente cree que Portugal es sólo fado y dramas. Los músicos más conocidos fuera proceden del fado como Madredeus, Dulce Pontes'. Laginha añade que la dictadura vendió el fado como la música de Portugal, 'pero existe todo tipo de música, el jazz, el pop, el rock...'. 'Nosotros', dice Maria João, 'no estamos contra el fado, todo lo contrario. Nos encanta, pero no tenemos ese alma; nuestra música responde a otro universo que también es un retrato de Portugal'.

Mário Laginha explica que su nuevo proyecto es un álbum con música electrónica, 'pero manteniendo nuestro estilo, nuestras raíces'. Una nueva aventura en ese estómago que lo absorbe todo y lo transforma en una música realmente especial y diferente.

La cantante Maria João y el pianista Mário Laginha.
La cantante Maria João y el pianista Mário Laginha.SANTI BURGOS
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