Los hoteleros resisten las presiones para abaratar precios por no apreciar indicios de menor demanda

El sector turístico andaluz se ha rearmado de confianza en la World Travel Market. Pese a que la feria londinense ha dibujado un panorama sombrío para el turismo mundial, también ha puesto de manifiesto que no todos los destinos se verán igual de afectados por una posible reducción de los flujos de viajes, e incluso que el litoral andaluz puede beneficiarse del rechazo a lugares exóticos e inseguros. Convencidos de que la demanda no se resentirá por más que el ritmo de reservas se haya ralentizado, los hoteleros se resisten a la reducción de precios que reclaman los turoperadores.

'Podemos estar muy tranquilos y muy contentos por las expectativas de futuro', es la conclusión que el consejero de Turismo y Deportes, el andalucista José Hurtado, extrae de las reuniones que ha mantenido en Londres con agentes internacionales.

Por primera vez en la historia, el sector turístico andaluz encara un panorama de crisis internacional sin angustias. La asociación británica de agencias de viaje estima que el próximo año habrá un descenso del 5% en la salida de turistas desde el Reino Unido, pero que no afectará a Andalucía, que incluso puede ver incrementado en un 2% el flujo de visitantes de aquel país, donde tiene su principal mercado emisor en el extranjero.

La marca de Andalucía parece muy consolidada en los mercados internacionales y esta fortaleza ha permitido a los empresarios mantenerse firmes frente a las presiones de los grandes operadores turísticos que persiguen una reducción de precios. 'No hay motivos para hacerlo', se ratifica el presidente de la patronal andaluza, Miguel Sánchez, quien insiste incansablemente en recomendar a sus asociados que aguanten.

Los empresarios advierten de que quienes tienen el problema son los propios turoperadores, porque la reducción de reservas ha hecho que se restrinjan también sus ingresos, con la consiguiente pérdida de capital flotante. Según datos de la oficina de Turespaña en Londres, a finales de octubre se habían contratado un 18% menos de reservas en hoteles andaluces que en las mismas fechas del año pasado.

Pero nadie cree que este descenso se deba a una caída real de la demanda, sino que los clientes han retrasado su decisión sobre las próximas vacaciones ante la incertidumbre por la guerra en Afganistán, en la que el Reino Unido es el principal socio de Estados Unidos, y por la crisis económica que afecta a los británicos.

Así lo han reconocido los propios turoperadores en las diversas reuniones mantenidas con la representación andaluza, y también el director de la oficina de Turespaña en Londres, Manuel Butler, quien define así la situación: 'Ante la situación de incertidumbre hay quien llega a la euforia y cree que España puede ser la gran beneficiada de la crisis, y quien cae presa del pesimismo, pero no debemos caer ni en lo uno ni en lo otro'.

Varios empresarios andaluces consultados han coincidido en que no hay atisbos de crisis, aunque admiten que el invierno puede ser más flojo de lo habitual.

La agencias están convencidas de que la reacción de los viajeros en los próximos meses será el rechazo a destinos más o menos exóticos y lejanos, y que elegirán para sus próximas vacaciones lugares seguros y cercanos que no requieran largos desplazamientos en avión, lo que refuerza la posición de Andalucía en sus dos principales mercados, Reino Unido y Alemania.