Apuesta por la tranquilidad
Caen los resultados empresariales en el tercer trimestre
El accidente aéreo de Nueva York estuvo a punto de provocar una nueva oleada de pánico en los mercados de valores de todo el mundo, pero la rapidez con que se descartó la posibilidad de que se tratase de un atentado abrió la puerta a una serie de opciones muy distintas.
Los índices españoles han acumulado ganancias de casi el 4% en una semana en la que los resultados empresariales han cobrado una importancia creciente. En general, se han confirmado las expectativas de desaceleración en la generación de beneficios que, en el caso de los valores que componen el Ibex 35, supone un descenso del 4,5% en el tercer trimestre.
Telefónica y Repsol YPF han sido los protagonistas destacados tras la publicación de sus resultados. Las acciones de la operadora han ganado el 8,24% en esta semana al considerar los inversores que sus datos son mejores que la media del sector, al tiempo que la cotización de Repsol YPF se ha visto presionada por unos resultados en descenso, hasta septiembre ha ganado el 5,4% menos que en los nueve primeros meses del pasado año, y por la brusca caída del precio del petróleo en los últimos días. Las acciones de Repsol YPF han perdido el 9,06% en esta semana.
Para los analistas, estos resultados son una consecuencia de la crisis económica global, por lo que las expectativas inmediatas son más pesimistas si cabe. El pasado jueves, el Fondo Monetario Internacional revisó a la baja las perspectivas de crecimiento mundial para este año y el próximo, lo que indica que los problemas están lejos de tocar fondo, al menos por el momento. Estas revisiones suponen, en principio, que los plazos se estiran y que hay más tiempo para que alguna economía importante entre en recesión. Estas nuevas expectativas de crecimiento económico significan, además, que los resultados empresariales van a seguir desacelerándose en el futuro inmediato y que, en algún momento, las cotizaciones deberán tener en cuenta esta circunstancia.
Hasta ahora, los mercados están soportando bien la crisis económica y los efectos de los atentados del 11 de septiembre, pero sólo gracias a las rebajas de los tipos de interés y a la posibilidad de que los bancos centrales mantengan esa política a medio plazo. El pasado viernes se conocía el IPC de Estados Unidos en el mes de octubre, con un descenso de tres décimas, hasta el 2,1%, en 12 meses. La primera reacción de los analistas estadounidenses fue la de llamar la atención sobre el margen de maniobra que ese descenso le concede a la Fed para volver a bajar los tipos.
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