5.000 niños más estudiarán gratis en colegios privados en 2002

La Consejería de Educación pretende subvencionar para el próximo curso 200 aulas más del segundo ciclo de educación infantil (niños de entre tres y seis años) en colegios privados. Así se contempla en los presupuestos de 2002, donde el Gobierno regional prevé llegar ese año a 1.246 aulas concertadas en esta etapa escolar, frente a las 1.046 que hay ahora. El coste de estos nuevos conciertos será de 1.164 millones de pesetas. Oposición y sindicatos critican el aumento, mientras la asociación de centros concertados religiosos habla de 'decepción', ya que pedía 500 nuevas aulas.

Los presupuestos regionales para 2002, que aprobará la Asamblea este mes, contemplan entre los objetivos de la Dirección General de Centros, que dirige Pedro Irastorza, llegar a las 1.246 aulas subvencionadas para el segundo ciclo de educación infantil (entre tres y seis años), con un presupuesto global de 4.935 millones de pesetas (29,66 millones de euros). El presente curso, la Comunidad subvenciona unas 1.046 aulas, según datos de la propia Consejería de Educación, por lo que, si cumple con los objetivos que se ha marcado, el próximo curso concertará 200 aulas más.

Esto significa que unos 5.000 niños (25 por aula), a cuyas familias les cuesta ahora una media de 27.000 pesetas mensuales su educación, dejarán de pagar e irán a clase gratis. El coste para las arcas públicas será de 1.164 millones de pesetas anuales, ya que la subvención para cada aula en este nivel educativo está cifrada en los presupuestos regionales en 5.823.000 pesetas anuales (34.997 euros), un 2% más que en 2001.

'Decepcionante'

Emilio Díaz, secretario técnico de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE), la agrupación mayoritaria de los centros concertados, califica la cifra de 'decepcionante', ya que su pretensión era que Educación concertase 500 aulas más para el próximo curso, a fin de conseguir en el 2003-2004 que el segundo ciclo de infantil fuera gratuito en todos los centros concertados. Además, según sus cuentas, el dinero presupuestado sólo llegará para un centenar de aulas, y no para las 200 que prevé la consejería. 'Esta insuficiencia repercute en las familias que llevan tres años esperando a entrar en el régimen de conciertos', asegura Díaz.

El portavoz socialista de educación en la Asamblea, Adolfo Navarro, criticó también las cifras previstas en los presupuestos, pero por otros motivos. 'El incremento de conciertos en infantil no está justificado. Mientras la escuela pública presente déficit [como falta de plazas para niños menores de tres años, alumnos de secundaria que todavía están escolarizados en colegios, en vez de hacerlo en institutos, o falta de vacantes para la formación profesional], la prioridad del Gobierno regional no debería ser dar nuevas subvenciones a los colegios privados', opinó Navarro, quien recordó que la enseñanza privada concertada aglutina al 40% de los alumnos en la región y al 60% en la capital.

Su homólogo en IU, Franco González, también arremetió con dureza contra las previsiones de Educación. 'Es un auténtico escándalo que el Gobierno siga apostando por la enseñanza privada. Me parece un auténtico despilfarro. ¿Es que acaso la demanda de plazas públicas está ya satisfecha? Pues no, no lo está', dijo González. Éste adelantó que las enmiendas de su grupo a los presupuestos regionales irán encaminadas a que Educación destine los fondos previstos para los nuevos conciertos a las deficiencias que presenta la escuela pública.

El sindicato CC OO se unió a las críticas. 'El Gobierno está pervirtiendo el espíritu y la letra del acuerdo por la mejora de la educación y del plan regional de compensatoria, aprobado por todos los grupos de la Asamblea. En ambos lugares se vincula la concesión de conciertos en educación infantil a que los centros escolaricen a minorías y a niños de familias desestructuradas, pero el Gobierno los está generalizando', afirmó el secretario general de la Federación Madrileña de CC OO, Francisco García.

El Ejecutivo regional comenzó a destinar dinero público a centros de titularidad privada para financiar la educación infantil -un nivel educativo que está generalizado, aunque no es obligatorio- en el curso 1999-2000. Desde entonces, en los presupuestos prevé anualmente un aumento del número de aulas concertadas. Pero es una medida que causa el rechazo de la oposición. En mayo pasado, unas 5.000 personas de la Plataforma por la Escuela Pública (en la que están integrados CC OO, UGT, la Federación de Asociaciones de Padres Francisco Giner de los Ríos y movimientos de renovación pedagógica) se manifestaron ya contra el incremento previsto para este curso, que era de 400 aulas más, aunque finalmente fueron 300.