Aznar abre con urgencia 'una concertación política' con Berlusconi 'estable y estrecha'

José María Aznar y Silvio Berlusconi caminarán de la mano. Por el mundo, promoviendo a los políticos del centro-derecha. Por Europa, desarrollando medidas antiterroristas e impulsando la liberalización económica. El presidente del Gobierno español anunció ayer, en efecto, la apertura urgente de 'un capítulo de concertación política bilateral estable y estrecha' con su homólogo italiano, que, sin embargo, le provocó incomodidad cuando aprovechó la rueda de prensa conjunta para declararse víctima de unos jueces italianos dirigidos por 'los comunistas'.

A Aznar, consciente sin duda de que su invitado de ayer ha sido también objeto de diligencias judiciales en España por parte del juez Baltasar Garzón, que ha remitido a la justicia italiana sus imputaciones de fraude fiscal en la compra de Tele 5 dado que la inmunidad adquirida por Berlusconi tras ser designado primer ministro le impide proseguir sus pesquisas, le resultó visiblemente difícil digerir en público la larga perorata del italiano.

La falta de sintonía espontánea entre los dos principales dirigentes del centro derecha europeo es perceptible en otros pequeños detalles de una relación tan tipificada como difícil por la prensa que ayer, cuando los fotógrafos les pidieron que se dieran la mano, el propio Berlusconi se giró y dijo 'no', para luego coger por el brazo a Aznar y reírse expresando que todo era una broma.

Al adusto y pragmático político castellano le resulta probablemente excesiva la exuberancia verbal e imaginativa de su correligionario italiano. Y ayer, hasta los ministros del magnate de la comunicación elevaron sus miradas hacia el cielo cuando éste, al hilo de una pregunta sobre las estrictas normas que ha introducido en la tramitación de comisiones judiciales rogatorias de contenido financiero, algunas de las cuales afectan a su persona, se lanzó a advertir a los periodistas españoles de que nunca entenderán lo que significan los procesos por presunta corrupción que se le han abierto en su país si no aceptan que, entre 1992 y 1995, hubo en Italia 'una guerra civil' manejada y dirigida por 'los comunistas' contra el resto de la clase política.

'Como no puedo seguir soportando la campaña de desinformación que sufro en toda Europa, he pensado incluso en dar una conferencia de prensa de ámbito europeo para contar toda la verdad', añadió Berlusconi.

Comisiones rogatorias

Aznar esquivó cualquier gesto de solidaridad con su invitado en este asunto y, retomando el hilo de la pregunta que había dado origen al lamento del italiano, se limitó a afirmar que la cooperación antiterrorista con Italia no le suscita 'ninguna duda' y que no ve motivo para que de las mencionadas reformas de las comisiones rogatorias se puedan derivar dificultades futuras.

Aznar hizo de la lucha antiterrorista el eje de la nueva concertación permanente con Italia, y Berlusconi confirmó personalmente que apoyará la propuesta española de que la lista de organizaciones terroristas y afines que la Unión Europea se dispone a aprobar los próximos 6 y 7 de diciembre sea abierta, de manera que, en cualquier momento, sea posible incorporar a ellas a asociaciones como Batasuna, Gestoras pro Amnistía o cualquier otra que se demuestre que tengan relación con ETA.

Pero los resultados de la cooperación alcanzan a otros campos. Berlusconi dijo que apoyará el proyecto de Aznar de un banco mediterráneo y la candidatura del español a la presidencia de la Internacional Democristiana, un cargo que hubiera querido para sí mismo. La elección será el próximo día 21 en México, cuando la organización pasará a llamarse Internacional Democristiana de Centro, según anunció ayer el presidente del Gobierno español.

Aznar, por su parte, apoyará la candidatura del ex primer ministro italiano Giuliano Amato, si se confirma, a presidente de la Convención europea que debatirá el futuro institucional de la UE y defenderá que Italia juegue el papel que le corresponde en la Unión 'como un de los grandes Estados de Europa'. Con la misma energía, añadió, defenderá la importancia del papel de España.