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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Nuevo atentado

Nuevo atentado de ETA y reacciones a las que ya estamos acostumbrados: condenas de todos los partidos, excepto Batasuna. Parecería que estamos todos de acuerdo, si no fuera por las coletillas con que los llamados nacionalistas democráticos concluyen sus declaraciones.

Joseba Egibar -gran demócrata donde los haya- nos dice que ETA es 'aliado objetivo de quien no desea una solución de fondo' -léase PP y PSOE-. Gorka Knörr -otro admirable demócrata- afirma que no van 'a tolerar de ninguna manera que se mezcle intencionadamente al nacionalismo vasco con estos actos' (EL PAÍS, 7 de noviembre de 2001).

Cualquiera que no conozca la realidad de la situación vasca llegaría, a la vista de estas declaraciones, a la conclusión de que ETA es un grupo españolista aliado con el PP y el PSOE. Lo que sucede en realidad es todo lo contrario: ETA es una banda nacionalista vasca cuyo brazo ¿político?, Batasuna, gobierna ayuntamientos con el apoyo del PNV y EA.

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Los nacionalistas vascos -cada vez hay menos diferencias entre lo que expresa la clase dirigente del PNV y EA y lo que dice la militancia de Batasuna- están empeñados en pervertir el lenguaje; lo que el diccionario define como asesinos, para ellos son patriotas o 'pobres chicos'; la violencia política es el 'contencioso vasco'. Dentro de poco, a las víctimas del terrorismo se les llamará 'efectos colaterales', por poner un término que está de moda.

¿Se extrañan esos a los que se les llena la boca con la palabra diálogo el que éste sea cada vez más difícil?

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