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La Semana donostiarra estrena la comedia de horror del debut de Pedro Temboury

El festival pasa el último filme de la Troma

Maribel Marín Yarza

La 12ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián estrenará hoy en el Teatro Principal Karate a muerte en Torremolinos, una comedia de horror que supone el debut de Pedro Temboury, discípulo del inclasificable Jesús Franco, como director de largometrajes. Será durante una de las sesiones más gamberras del festival, en la que también se pasará Citizen Toxie: The toxic avenger IV, del norteamericano Lloyd Kauffman y su clásica productora Troma.

Temboury protagonizó en San Sebastián todo un espectáculo que resumió bien el contenido disparatado de su película. Se presentó con el protagonista del largometraje Jocántaro, un monstruo mitad pulpo, mitad centollo, que siembra el terror en la gran pantalla y el caos en las ruedas de prensa: agua derramada, un vaso roto, un cartel a punto de caer... Temboury lo abrazaba mientras desgranaba las claves de su trabajo.

'Es una película de terror y cachondeo dirigida a un público joven que se divierte con la vida', explicó. La cinta está ambientada en Torremolinos en el año 2000. El Dr. Malvedades ha llegado a la ciudad para resucitar a cuatro karatekas ahogados en la bahía de Málaga. Pretende además secuestrar a cinco chicas que hayan perdido la virginidad bajo la luna de agosto, para despertar a Jocántaro y dominar el mundo. Una ciudad aparentemente apacible se va a sumergir en una ola de terror.

Temboury, conocido realizador de cortos de género fantástico, quería divertirse trabajando y 'mostrar la locura que llevamos dentro'. Construyó su fábula con apenas 50 millones de presupuesto y la entrega de sus amigos. De hecho, en el reparto sólo figura un rostro conocido: Jesús Franco, director de culto del fantástico español, quien se prestó a actuar a las órdenes de quien ha sido su ayudante de dirección en varias cintas.

Durante el rodaje, que se prolongó dos semanas, el equipo tuvo más de un sobresalto. 'No teníamos permisos, la policía nos perseguía y teníamos que cambiar de localización constantemente', relató el cineasta, en la actualidad realizador en tres canales de Canal Satélite Digital: Cinemanía, Calle 13 y C:. 'Pero luego en el pueblo se han portado bien porque nos han permitido usar su nombre', ironizó.

Nace el género 'freak'

No hay efectos especiales avanzados en la película porque, entre otras cosas, Karate a muerte en Torremolinos (título que rememora uno de los clásicos del cine de karatekas) es una declaración de principios de un género disparatado. 'Estamos ante un acontecimiento único', escribe su director en el dossier de prensa: 'El nacimiento de un género cinematográfico, situado en las antípodas del cine tradicional: más atrevido, más libre, mucho más barato y, sobre todo, mortalmente más divertido. Más allá de la serie B y la Z. Es el género freak'. La cinta, a la espera de cerrar su distribución, se pasará en el portal de Internet Ya.com en 33 pequeños episodios y hoy en Desmadre total, una de las sesiones más golfas de la Semana. Será después de la proyección de los cortos El hombre ubicuo, de Eduardo Bajo Ulloa y L'Epouvante, de Frédéric Darie y antes de que se vea en la gran pantalla del Principal Citizen Toxie: The toxic avenger IV, producción norteamericana de Lloyd Kauffman, de la Troma.

Karate a muerte en Torremolinos comparte hoy el cartel de la programación con Náufragos, película de Luna, que también compite en la sección oficial. La cinta, protagonizada por Víctor Gallo, María de Medeiros y Joaquim de Almeida, entre otros, es una de las escasos ejemplos de ciencia ficción producido en España. Un pequeño proyecto, con un presupuesto de 150 millones, que acabó contando con 800 y se rodó en inglés en Lanzarote y Los Ángeles (Estados Unidos) con un reparto internacional. 'Todo esto fue más un aliciente que un peso. Ahora pienso que quizá fue una locura, pero entonces no me lo planteé', confesó ayer María Lidón, Luna.

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