Una de cada cinco alergias es de origen ocupacional

Una de cada cinco personas alérgicas en los países desarrollados sufre alergia ocupacional, en su gran mayoría asma bronquial. 'Por alergia ocupacional', explica Consuelo Martínez Cócera, presidenta de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), 'se entiende todo proceso alérgico que tiene su origen en el medio laboral'.

'La manifestación más común', prosigue, 'es la afectación de las vías respiratorias altas, en forma de rinitis, y de las bajas, en forma de asma bronquial; esta última es la más grave y frecuente. Hasta ahora se han descrito más de 300 alérgenos responsables de esta patología profesional, aunque los más comunes son las partículas inhaladas que desprenden los cereales, plásticos, maderas, fármacos y cosméticos'.

En España, uno de los procesos alérgicos ocupacionales más habituales es el llamado asma del panadero, que se produce por inhalación del polvo de la harina de los cereales. Los principales síntomas de esta alergia son fatiga, dificultad para respirar, sensación de ahogo y sibilancias o pitos torácicos. Además de los panaderos, la sufren con frecuencia otros colectivos profesionales como pasteleros reposteros, agricultores, empaquetadores de piensos y molineros.

Como en cualquier enfermedad alérgica, la primera medida que debe tomarse, según Martínez Cócera, siempre que sea posible, es evitar la exposición al alérgeno responsable, 'pero eso no siempre es posible porque exigiría un cambio de trabajo'. En algunos casos la inmunoterapia o vacunación consigue mantener al paciente libre de síntomas y continuar desarrollando su labor ocupacional.

Incapacidad laboral

'Pero cuando esta alternativa terapéutica no resulta eficaz', añade, 'ni tampoco es posible cambiar de puesto de trabajo, ya sea en la misma empresa o en otra, el problema para el paciente es realmente grave. En algunos casos los alergólogos nos hemos visto obligados a solicitar la incapacidad laboral permanente para un paciente de 35 años, cuyo proceso asmático podría conducirle a la muerte de seguir expuesto al alérgeno'.

Otra enfermedad alérgica ocupacional cada vez más común en las sociedades industrializadas es la hipersensibilidad al látex de los guantes de goma, a juicio de Tomás Chivato, miembro del comité de Inmunoterapia de la SEAIC. 'El colectivo más afectado es el personal sanitario desde la aparición del sida, que alcanza el 18%. En este caso el proceso puede aparecer por contacto o por inhalación de las partículas que desprende este agente. Aunque en gran medida el problema se ha resuelto en las zonas quirúrgicas de los hospitales, gracias a una mejoría en el proceso de fabricación de los guantes, que encarece su precio, no ocurre así en otros muchos servicios hospitalarios y en la práctica clínica habitual', explica. La SEAIC tiene un teléfono de información (650 777 676) y una página web (www.seaic.es) para atender las consultas.