El Consistorio prohíbe de nuevo el mercadillo colombiano de Usera

Los colombianos que cada domingo instalan una especie de mercadillo en el parque David González Rubio, conocido como Pradolongo, en el distrito de Usera, recibieron ayer la noticia, por parte de unos agentes de la Policía Municipal, de que debían abandonar la zona, pues una orden del Ayuntamiento así lo dispone. Ello pese a que el pasado marzo la concejal de servicios sociales, Beatriz Elorriaga, aseguró que el Consistorio regularizaría el encuentro dominical y expediría carnés de manipuladores de alimentos a los vendedores.

A las tres de la tarde de ayer, seis agentes de la Policía Municipal, según el presidente de la Asociación de Colombianos en Madrid (Acoma), Pedro Pablo Arias, se personaron en el lugar y solicitaron a los vendedores que desalojaran la zona, pues su presencia allí, dijeron, 'era ilegal'.

El parque Pradolongo, como se conoce entre los colombianos, es un punto de reunión que los ciudadanos de aquél país utilizan como escenario para intercambiar experiencias, escuchar música y degustar los platos típicos de su región. La asociación Acoma calcula que cada domingo se reúnen allí unas 2.000 personas.

El pasado año, tras un largo periodo de negociaciones durante el cual el Ayuntamiento estudió incluso la posibilidad de que el mercadillo se trasladase a la Casa de Campo, la concejal de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, anunció que el Consistorio adecuaría la zona y acabarían así los vetos y las presiones policiales. La idea, dijo entonces Elorriaga, 'es dotar el lugar con servicios sanitarios e instalaciones de agua y expender a los vendedores carnés de manipuladores de alimentos'.

'Gran sorpresa'

Por esa razón, que la Policía Municipal exigiera el desalojo de los vendedores causó ayer 'gran sorpresa' entre la colonia colombiana que allí se encontraba. Muchos de los vendedores, explicó Pedro Pablo Arias, se negaron a abandonar el lugar. 'Aquí nos quedamos pase lo que pase porque estamos dispuestos a hacernos ver. Ya estamos cansados de que nos acosen', declaró.

Entre el colectivo colombiano, según Arias, existe la sospecha de que esta acción está de alguna manera relacionada con la llamada operación Ludeco, una iniciativa que ha puesto en marcha la Dirección General de la Policía contra la delincuencia perpetrada por ciudadanos de Colombia y Ecuador. La orden, que ha sido tachada de xenófoba por partidos y ONG, posibilita, entre otras cosas, la 'agilización' de los trámites que conlleven una salida obligatoria de España.

'Yo creo que están aprovechando esa circunstancia [la operación] para venir a atacarnos, y eso es un abuso. Lo que no puede ser es que un día el Ayuntamiento nos diga que podemos estar aquí y ahora diga que no. Lo cierto es que los colombianos estamos siendo rechazados; en mi asociación he visto casos de ciudadanos a los que se les ha denegado el permiso de residencia y trabajo pese a que llevan mucho tiempo aquí y lo solicitaron [el permiso] por razones de arraigo. A una persona le han puesto una orden de expulsión para dentro de 15 días sólo porque fue a preguntar por qué no le habían renovado sus papeles', subrayó Arias. Y añadió, visiblemente alterado: 'La mayoría de colombianos somos gente honrada y trabajadora, y por eso pedimos que nos dejen trabajar en paz. En todos los países del mundo hay delincuencia, no sólo en Colombia. Sinceramente, esto ya parece xenofobia'.

La intervención municipal no impidió que los vendedores de Pradolongo siguieran con su actividad, pero generó 40 denuncias que, según un portavoz municipal, se presentarán por venta ambulante ilegal a través de la vía administrativa y en comisaría por desobediencia a agentes de la autoridad.

Un portavoz municipal aclaró que la orden es 'contra la venta ambulante ilegal', no contra la reunión de los colombianos. 'Es que también se han recibido quejas vecinales', añadió.