Un empresario a la sombra del presidente Alemán
El empresario Enrique Bolaños, de 73 años, fue siempre enemigo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que le encarceló en dos ocasiones y despojó de sus bienes. Vicepresidente cuatro años con Arnoldo Alemán y titular de la Comisión de Ética y Transparencia, nada hizo, según analistas nicaragüenses, para abortar la masiva corrupción endosada al jefe del Gobierno.
Los críticos del candidato liberal anticipan que, si triunfa en los escrutinios, acabará siendo un títere de Alemán. Saliendo al paso de esos temores, aseguró que cuando aquél deje el poder 'pesará menos'. Ironizaba sobre el volumen del presidente, más de 100 kilos, y su influencia política. 'Yo soy muy diferente. Soy muy modesto en mi estilo de vida, prudente y honrado'. Una constante en los encendidos discursos de campaña de Bolaños fueron sus ataques al FSLN, que gobernó ayudado por Cuba y la Unión Soviética. 'Ellos se llevaron todo lo que tenía. Yo llegaba a casa por la noche y ellos estaban afuera, en la calle, enviados por las autoridades, gritando '¡Reaccionarios, al escuadrón de fusilamiento!'.
El candidato disfruta de una limitada fuerza en el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), y quiso asustar a los indecisos pronosticando que si Ortega retoma al poder aplicará de nuevo las políticas autoritarias que le caracterizaron, una economía centralizada y albergará en el país a terroristas internacionales. El empresario sostiene que Nicaragua remonta la calamitosa situación económica dejada por los sandinistas.
'Paz. Democracia. Completa libertad de prensa. Ni un solo prisionero político. Ningún nicaragüense en el exilio', fue su oferta. De vísperas, el analista Arturo Cruz resumía la percepción de la mayoría de los nicaragüenses: 'Ortega representa el reclutamiento y la militarización, mientras Bolaños es el candidato de los ricos'.
