Los medicamentos, el gran escollo
El acceso a los medicamentos por parte de los países menos adelantados -que sufren endémicamente sida, malaria, tuberculosis, enfermedad del sueño y otras plagas- será la batalla clave en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero el fracaso en consensuar un borrador de declaración en este tema evidencia que Estados Unidos y el mundo rico bloquean la posibilidad de cambiar las normas sobre patentes farmacéuticas.
El debate en Doha se centrará en el acuerdo TRIPS, al que la OMC llegó en 1994 sobre derechos de propiedad intelectual, que protege durante 20 años la patente de un fármaco. Los países pobres tienen prisa, porque la OMC tiene fijado para 2006 el plazo final para que los países firmen el TRIPS.
Las negociaciones previas en Ginebra han desembocado en la necesidad de una declaración expresa sobre el tema, pero de los 142 gobiernos participantes hay un núcleo duro -Estados Unidos, Canadá, Japón, Suiza y Australia- de los países más ricos que defiende la inviolabilidad de las patentes. Y unos 60 países en vías de desarrollo, liderados por Brasil e India, quieren un cambio drástico.
'Lo que pretendemos de Doha es una declaración y un compromiso específico de los países ricos sobre el tema: que se diga expresamente que la OMC tiene que hacer algo al respecto del acceso a los medicamentos', dice Gonzalo Fanjul, responsable de Intermón Oxfam sobre Medicamentos. 'No es que estemos contra las patentes', puntualiza Amalia Navarro, responsable de acción política de Médicos Sin Fronteras. 'Pero exigimos un verdadero acceso universal a los medicamentos, con un sistema sostenible de distribución y un precio ajustado', añade.
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