La dispensación de metadona a toxicómanos goza de mayor aceptación que la administración de heroína

El 54,1% de los andaluces encuestados es partidario de que se administre heroína a toxicómanos. Esta cifra demuestra que la aceptación del plan experimental de prescripción de heroína que prepara la Consejería de Asuntos Sociales se ha ido consolidando en los últimos años. En 1994 sólo la mitad respondían afirmativamente.

Por el contrario, los programas de dispensación de metadona reciben un respaldo mayoritario del 75,6 de los entrevistados para el informe del Comisionado para las Drogodependencias. También se ha modificado ligeramente el parecer sobre las sanciones por el consumo de drogas ilegales en locales públicos: el 80,9% cree que debe penalizarse, cinco puntos menos que una década atrás. Sobre el uso de estas sustancias en privado, sólo el 27,7% cree que merecen una sanción penal. El 35,7% propone sanciones leves y el 36,6% defiende que se permita.

Sobre la evolución del consumo de drogas ilegales, el estudio muestra una reducción en el caso de la heroína, que baja del 0,7% al 0,6%. El uso de esta droga se concentra sobre todo en franjas con edades comprendidas entre los 34 y 39 años. De los 35.000 heroinómanos que hay en Andalucía, más de la mitad (18.000) participan en programas de tratamiento con metadona.

La cocaína, cuyo consumo aumentó en un 1,8% respecto a 1998, es la segunda droga más utilizada después del cannabis y la de uso más frecuente en los policonsumidores junto a las drogas de síntesis y otras sustancias psicoestimulantes. El uso de cocaína es más frecuente en núcleos urbanos medios y grandes y en edades de entre 16 y 34 años, aunque la edad media de inicio es de 20,5 años, que coincide también con el promedio en el inicio de las drogas de síntesis. El uso de pastillas ha experimentado un ligero crecimiento en los últimos seis meses del 0,8%.

El cannabis, la sustancia más consumida dentro de las ilegales y sobre la que existe mayor permisividad, ha pasado del 5,3% al 7,5% en dos años. El informe también recoge que unos 240.000 andaluces toman hipnóticos o tranquilizantes de forma habitual.