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Crónica:ESCENARIOS
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nuevos flamencos y un Hitler imberbe

Se estrenan en Euskadi las obras 'Mein kampf', de Tantarantana, y 'Spingo', de Yllana.- 59 Times The Pain, Randy y Maita Vende Cá presentan sus nuevos discos.- El Dantzaldia continúa con 'Fureurs'Se estrenan en Euskadi las obras 'Mein kampf', de Tantarantana, y 'Spingo', de Yllana.- 59 Times The Pain, Randy y Maita Vende Cá presentan sus nuevos discos.- El Dantzaldia continúa con 'Fureurs'

Como si estuviera sometida a una estricta dieta, la agenda cultural de este fin de semana se presumía bastante escuálida, debido al puente de Todos Los Santos. Los programadores también aprovechan estas fechas para tomarse un respiro, por el riesgo que supone jugarse los cuartos en tiempos de un previsible éxodo vacacional. Pero, aunque las opciones de ocio se reducen para quienes optan o se ven obligados a continuar con su rutina, algo queda. Hay incluso donde escoger, no se preocupen.

Para empezar, los aficionados al teatro que se dejen caer por Santurtzi podrán darse un buen empacho de representaciones hasta el próximo 11 de noviembre. En dicha fecha terminará el 22º Festival de Teatro de la localidad vizcaína, que hoy acoge el estreno en Euskadi del sexto montaje creado por Producciones Yllana desde 1991. Spingo es el título de un espectáculo mudo que 'ataca' al espectador 'a través del movimiento en todas sus formas de expresión: baile, acrobacia, saltos, golpes, piruetas imposibles y, como siempre, mucho humor'.

Seis actores, bailarines y acróbatas prestarán sus cuerpos a una creación que tiene un único objetivo: 'Divertirnos nosotros, y divertir al público. Es una apuesta sin reglas donde el caos se convierte en el juego más divertido', difunden desde Yllana.

En la cartelera teatral también figura el estreno en Euskadi de Mein Kampf (Mi lucha). El Teatro Barakaldo acogerá las tres primeras funciones en el País Vasco de la adaptación del texto de George Tabori preparada por la compañía catalana Tantarantana. 'Es una farsa teológica, en palabras del mismo Tabori, en la que el judío Herzl y el joven Hitler se conocen, antes de la Primera Guerra Mundial, en un asilo vienés para gente que no tiene vivienda, para indigentes. Entre ellos nace una amistad llena de odio', suscribe la directora Carme Portaceli, antes de hacer una recomendación. 'Vale la pena contemplar el espectáculo de un Hitler cualquiera que no pasa de la medida de un hombrecito grotesco y ridículo. Verlo asustado, cobarde, frío, sin poder sentir, farsante, mentiroso, compañero de la muerte. Depreciable y repugnante, sí, pero, sin embargo, produce pánico'.

El montaje, que recibió cinco premios Butaca en 2000, es 'irónico, lleno de humor negro, ácido e inteligente, y se apoya en una interpretación excelente, con el arriesgado trabajo de David Bagés [en el papel de Hitler] y Josep Costa [Herzl] a la cabeza del reparto', apunta Edilberto Fernández, director de comunicación y relaciones públicas del Barakaldo Antzokia.

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DantzaldiaEn la programación de danza aparece la segunda propuesta del Dantzaldia 2001. En su marco la compañía L'Esquisse y el Centro Coreográfico Nacional de Angers (Francia) pondrán en escena Fureurs. 'He trabajado sobre la memoria, sobre el rastro que deja en nosotros la infancia. Estamos llenos, sin saberlo conscientemente, de una historia que nos precede'. Así presenta la directora Joëlle Bouvier el fundamento de un espectáculo que pretende que el espectador se asome al balcón del amor, la tristeza y la vejez.

Volver la vista a la agenda musical y encontrarse con un título de Giuseppe Verdi es algo habitual en este año entregado a celebrar el primer centenario de la muerte del compositor italiano. Así, no extraña encontrar La traviata en la programación del Social Antzoki de Basauri. La Pleven Philarmonic Orchestra pondrá la música en esta ópera en tres actos, basada en la obra La dama de las camelias, de Alejandro Dumas, que cuenta con Manuel Ivo Cruz y Chris Nance, como encargados de la dirección musical, y con Pier Francesco Maestrini, en la dirección artística.

A falta de grandes superventas, la oferta de pop y rock aparece presidida por la presencia, mañana, de 59 Times The Pain y Randy en la sala Tunk! de Irún. Tras el primer nombre se esconde un conjunto sueco de punk rock que promociona su cuarto disco (Calling the public), y Randy también presenta un cuarto elepé (The human atom bombs) lleno de rock and roll y punk rock resguardado por la sombra de los Clash.

También visitan Euskadi músicos españoles. Por ejemplo, Maita Vende Cá repasa esta noche en Bilbao, precedido por Javi Cantero, su guitarra y el single Y cuanto más acelero, las canciones de Trabajito me ha costao (Muxxic). Así se titula el cuarto álbum del trío gaditano, a quien no acaba de satisfacer la etiqueta de nuevo flamenco. 'Nos da igual como nos llamen, sólo hacemos música con las raíces de esta tierra, con el flamenquito de aquí. Unos lo llaman flamenco pop, otros flamenco fusión, otros flamenco nuevo, otros flamenco yo qué sé qué... Pero lo cierto es que también reparamos en otras músicas, como la bossa, el pop, el funk. Así que lo nuestro no tiene ningún nombre, me da igual cómo lo pongas', asegura Antonio Caña, cantante de un grupo que ya ha despachado más de medio millón de ejemplars de sus discos.

Maita Vende Cá se presentarán en la sala Rock Star, en formato quinteto, dispuestos a 'obtener un poquito de feeling con la gente'. 'Y que la gente lo tenga con nosotros', prosigue Caña, 'para que haya un rollo guapo y nos expresemos cada uno en su sitio: yo, cantando y ellos, bailando'.

Asimismo, el grupo Alboka, sin la cantante húngara Martá Sebestyén, como estaba anunciado, proseguirá el domingo la tanda de presentaciones del álbum Lorius en Beasain. Y la sala Jam de Bergara acoge mañana al alemán Richard Bartz, al estadounidense John Selway y a los españoles Jesús González, Roa, Eulogio, Nuria Ghia e Iván Serra. Estos siete dee jays pincharán música en una velada techno llamada The power of words.

Un momento del montaje <i>Mein kampf,</i> que se representa en Barakaldo.
Un momento del montaje Mein kampf, que se representa en Barakaldo.

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