Blair arenga a los británicos para que no flaquee su entusiasmo por la guerra
Tony Blair lanzó ayer una patriótica arenga en defensa de la guerra en Afganistán a la vista de que empieza a flaquear el inicial entusiasmo de los británicos. 'Están equivocados. No vamos a titubear', dijo sobre los talibanes, aunque más parecía referirse a los miles de compatriotas que empiezan a verse asaltados por la duda. Una encuesta de ICM para The Guardian revela una fuerte caída del todavía mayoritario apoyo a la guerra, aprobada por el 62% de los encuestados frente a un 74% hace tres semanas.
Más que un apoyo a la paz, la encuesta pone de relieve que aumenta el desconcierto. El rechazo al conflicto armado sólo sube del 16% al 20%, pero el número de encuestados que no se definen ni a favor ni en contra pasa del 10% al 18%. Y un 54% admitiría una pausa por razones humanitarias, frente a un 29% que la rechaza. Los británicos empiezan a titubear, a la vista de los errores militares, de una catástrofe humanitaria que dicen que ya existía pero ellos ignoraban y la evidencia de que los militares no parecen tener muy claro cuál es el próximo paso.
Blair cree que la mala conciencia de sus ciudadanos es una de las bazas con las que juegan Osama Bin Laden y los talibanes. 'Somos una democracia lo bastante fuerte como para que aparezcan dudas incluso en tiempos de guerra y lo bastante sensata como para ser capaz de dar respuesta a esas dudas', les dijo el primer británico en Cardiff, en el Parlamento galés.
Y esa respuesta no es otra que el recuerdo de los horrores vividos el 11 de septiembre, la 'marea de pruebas' que confirman la implicación de Bin Laden y los talibanes, la crueldad de un régimen que provocó más de cuatro millones de refugiados antes del 11 de septiembre, el propósito de 'erradicar Israel, matar a todos los judíos e instaurar Estados fundamentalistas en todo el mundo árabe y musulmán'.
'No vamos a titubear'
Blair quiso dirigirse sobre todo a los tibios, a los blandos de corazón que no acaban de entender la muerte de inocentes. Y les dijo que Bin Laden y los talibanes aprovechan esa mala conciencia. 'Ellos tienen una esperanza: creen que somos decadentes, que nos falta la fibra moral o la valentía de hacerlo; que podemos empezar pero no acabar; que vamos a titubear y en cuanto tengamos un contratiempo perderemos los nervios. Pero están equivocados. No vamos a titubear. No vamos a parar hasta que hayamos cumplido nuestra misión'.
'Nuestra consternación no es hoy menor que el 11 de septiembre. Nuestra determinación no es menos resuelta ahora que cuando empezó la operación militar. Tenemos un trabajo que hacer; lo estamos haciendo y lo vamos a llevar hasta el final', advirtió lo mismo a tirios que a troyanos. 'Es una batalla para permitir que los afganos tomen por sí mismos el control de su propio país y para acabar con la amenaza que supone la actual situación'.
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