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Apenas el 3% de los andaluces adictos al juego recibe tratamiento médico

La asociación Acojer alerta de los riesgos de la ludopatía

'Un jugador es una persona que un día se gasta 1.000 pesetas en una máquina tragaperras, se dice 'bueno, ya está bien', y se va. Un ludópata no se va hasta que no se ha gastado todo lo que tiene'. Esta gran diferencia la señaló ayer Pablo Durán, presidente de la Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación, con ocasión del Día sin Juego de Azar, que se celebró ayer en toda España. En Andalucía se abrieron 20 mesas informativas para mostrar que el juego, como el tabaco o el alcohol, crea adicción y puede ser muy perjudicial.

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Enganchados al juego

¿El lema de la campaña? No te juegues la vida, el trabajo y la familia. Ángel Abad, psicólogo de Acojer, explica que con estas palabras se pretende concienciar a los ciudadanos de que enganchándose a las máquinas tragaperras, al bingo o a Internet no sólo pierden el dinero, sino la salud, la estabilidad laboral y emocional y la confianza de los suyos.

Según datos de la Federación Andaluza de Jugadores en Rehabilitación, 129.000 personas sufren adicción al juego en nuestra comunidad autónoma, y otras 296.000 están 'en progresión adictiva'. Lo cual quiere decir, aclara Abad, que se encuentran en vías de engancharse. 'Esto es un continuo', señala el psicólogo. 'Va desde el que no juega nada hasta el que es un adicto. En el punto en que uno comienza a perder el control, ya puede diagnosticarse la ludopatía. Podemos predecir que alguien va a llegar a ese punto'.

Ahora bien, de este enorme número de enfermos, sólo 3.500 reciben tratamiento en Andalucía. ¿Por qué? 'Porque los demás no lo reconocen, no buscan ayuda', indica Abad. Esto resulta especialmente grave en el caso de las mujeres. Uno de cada tres ludópatas pertenece al sexo femenino; pero sólo una de cada diez acude a un profesional para curarse. 'Están peor vistas socialmente', expone el psicólogo, 'y mantienen el problema aún más oculto'.

También los jóvenes se enganchan al juego. 'Cada vez en mayor medida', advierte Abad. 'Hace ocho años, la edad media del enfermo que acudía a nosotros era de 45 años; ahora va por los 22'. La adicción es la misma, se expresa de otro modo. Los chicos dependen de los vídeojuegos y de Internet, y de momento no hay mecanismos para limitarles el acceso.

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La buena noticia para todos es que la ludopatía tiene cura. 'El 80% de los enfermos se rehabilita en 14 meses', asegura Pablo Durán. Sólo hace falta acudir a las asociaciones; hay una en cada provincia. Y existe un teléfono gratuito de información, el 900 713 525.

Un jugador de máquinas tragaperras, en Córdoba.
Un jugador de máquinas tragaperras, en Córdoba.F. J. VARGAS.

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