Hacienda admite que Giménez-Reyna cambió la posición del Gobierno sobre loterías en favor de la ONCE
El informe exculpatorio que el Ministerio de Hacienda ha remitido a la Comisión que investiga el escándalo financiero de Gescartera sobre las actuaciones de Enrique Giménez-Reyna, ex secretario de Estado de Hacienda, respecto a la empresa que presidía su hermana Pilar, no sólo concluye que 'no se ha constatado la existencia de anomalías o irregularidades que se hubieran traducido de forma directa en un daño para los intereses de la Hacienda Pública'. También admite que el Gobierno cambió de opinión sobre la puesta en marcha de nuevas loterías con la llegada de Giménez-Reyna a la secretaría de Estado. El punto IV.1.2. del informe, pese a su intrincada redacción, deja claras tres cosas:
- Tras la toma de posesión de Enrique Giménez-Reyna, el representante del Ministerio de Hacienda en el Protectorado de la ONCE dejó de ser el director general de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Luis Pérez-Aguas, y pasó a ser un hombre a las órdenes del ex secretario de Estado. Giménez-Reyna encargó, primero 'verbalmente' y después con el nombramiento como vocal del Consejo del Protectorado, al secretario general de Política Fiscal, Antonio Beteta, que fuera el nuevo hombre de Hacienda en la ONCE.
- Beteta, según Hacienda, niega haber recibido 'ninguna indicación' de Giménez-Reyna. Pero mientras el director de LAE (antes ONLAE) defendía la puesta en marcha de la lotería instantánea y rechazaba 'toda expansión de la ONCE que pueda ir en detrimento de los ingresos del Estado', la decisión del Gobierno sobre este asunto fue exactamente en el sentido opuesto.
- El informe acepta que 'con la incorporación del secretario general de Política Fiscal en el Consejo del Protectorado prevalece la opinión de permitir a la ONCE que desarrolle sus juegos, dentro del marco del acuerdo de Consejo de Ministros de 5 de marzo de 1999' y argumenta que se hizo 'con el fin de no tener que recurrir a subvencionar a la ONCE'.
El director de LAE, tal como ratifica el informe de Hacienda, consideraba que ese acuerdo 'no ampara suficientemente a la ONCE'. Aún más, el propio Giménez-Reyna, en su comparecencia en la Comisión Gescartera, recordó que el Gobierno aprobó 'en 1998' la puesta en marcha de la 'lotería instantánea', el Rasca y gana, a la que él 'siempre se negó'. El ex secretario de Estado argumentó su rechazo porque 'no es bueno para España que en cada esquina haya un vendedor de boletos de rompe y rasga, y porque si el Estado ponía en marcha este juego, inmediatamente la ONCE lo iba a poner'. El primer argumento poco tiene que ver con el mandato que tiene Hacienda de recaudar ingresos para el Estado y el segundo ignora que esa lotería está aprobada sólo para LAE y no para la ONCE.
El informe de Hacienda no recuerda que LAE compró un edificio en Madrid para poner en marcha el Rasca y gana, que el proyecto está parado y que los técnicos que deben prepararlo recibieron, tras la dimisión de Giménez-Reyna, la orden de 'tenerlo todo listo' por si hubiera contraorden.
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