Detenidos 12 inmigrantes en el diminuto doble techo de un furgón en Melilla

Cinco metros de largo por dos de ancho y una altura de 0,35 metros. Ésas eran las dimensiones del doble techo de un furgón en el que 11 hombres y una mujer, de entre 21 y 51 años y de origen marroquí, se hacinaban la noche del viernes para cruzar ilegalmente desde Melilla a Málaga. Pero un control de embarque rutinario en el aparcamiento de las instalaciones portuarias deshizo sus ilusiones y llevó a los agentes de la Guardia Civil en el Puerto de Melilla a descubrir la trampa de la furgoneta, de marca Mercedes Benz y con matrícula de Barcelona.

Su conductor, un ciudadano marroquí de 38 años con residencia en Italia y que aseguró desconocer la presencia de los inmigrantes en su vehículo, fue inmediatamente detenido y puesto a disposición judicial acusado de un delito contra los derechos de los extranjeros, según informaron fuentes de la Delegación de Gobierno de la ciudad autónoma. Los inmigrantes, que se encontraban en 'condiciones deplorables', serán devueltos a Marruecos en las próximas horas.

Patera en Canarias

Por otra parte, un total de 18 inmigrantes de origen subsahariano fueron detenidos junto con los tres patrones que conducían la embarcación con la que pretendían alcanzar la costa de Fuerteventura. La operación, realizada por miembros de la Guardia Civil, se produjo hacia las 20.00 del viernes. Los indocumentados, todos hombres mayores de edad, declararon ser de Guinea-Bissau, Sierra Leona, Mali y Gambia.

En las provincias de Barcelona y Castellón, la policía desmanteló una red ilegal de chinos que presuntamente se dedicaban a la inmigración ilegal y que habían secuestrado a una mujer de su misma nacionalidad en Bilbao. Fueron detenidos 11 de sus miembros acusados de secuestro, extorsión, encubrimiento, detención ilegal y favorecimiento de la inmigración ilegal. La operación, coordinada por la Jefatura Superior de Cataluña, se puso en marcha después de que el tío de la mujer secuestrada pusiera una denuncia en ante la Ertzaintza.

La secuestrada había sido trasladada por sus captores desde Madrid a Barcelona, donde culminó la operación de la policía el pasado 24 de octubre con el registró de un piso de la calle Sant Pau. Allí había permanecido secuestrada la joven china, que finalmente fue rescatada en Benicassim (Castellón). Los detenidos, que ya han ingresado en prisión, pertenecen, según la policía, al clan de la Familia Q., de la provincia china de Zhajiang, y disponían de restaurantes y otros establecimientos como tapaderas para el blanqueo de dinero.

Las mafias chinas cobran hasta tres millones de pesetas por introducir a personas en España. Si no pueden pagar retienen a los inmigrantes y les obligan a trabajar en condición de 'esclavos' hasta que saldan la deuda, según la policía.

Por otro lado, los últimos datos relativos a expulsiones de extranjeros recogen que, en el primer semestre del año, el número de expedientes incoados ascendió a 12.217, aunque sólo se ejecutaron 1.520.