La tasa de analfabetismo supera el 50% en dos barrios de Almería capital
Pobreza económica-laboral y cultural siguen siendo las grandes lacras de los barrios periféricos de Almería y en los que sus vecinos aprecian como problemas más graves la droga y la falta de seguridad. Se trata de los barrios de La Chanca, Pescadería, Fuentecica, San Cristóbal, Piedras Redondas, Los Almendros y El Puche. Un informe elaborado por el Ayuntamiento almeriense ha recogido por vez primera datos sobre la realidad sociológica de estos núcleos para intervenir en ellos con 'mayor eficacia'.
El estudio arroja información sobre la realidad social de los barrios periféricos conseguidos a partir de 500 entrevistas realizadas por especialistas de la Universidad de Almería y Granada. Las encuestas pretendían conocer también la situación de los menores en estas barriadas. Entre los datos más alarmantes se destaca la elevada tasa de analfabetismo en barrios como Los Almendros o La Chanca, donde el 50% de personas mayores de 14 años no sabe leer o escribir.
De forma general a todos los barrios se recoge que el 10% de los padres y madres reconoce que sus hijos 'a veces' no van al colegio y que el 13% de los niños se alimenta con menos de tres comidas al día. 'Este tipo de datos nos ofrece lo que llamamos pistas de intervención para saber actuar en ellos. Esas pistas nos confirman la escasez de estudios sobre estas barriadas, la necesidad de coordinar los esfuerzos de las diferentes administraciones y realizar evaluaciones de los programas de intervención', explicó el profesor de Sociología de la Universidad de Almería Juan Sebastián Fernández.
El 38% de la población encuestada reconoce encontrarse poco satisfecho con su situación laboral y un 23% nada satisfecho. El informe asegura que 'las expectativas de esta población son nulas, tan sólo piensan en ir sobreviviendo y vivir al día. Esto es algo que van transmitiendo a sus hijos y que provoca a su vez su desmotivación para continuar estudiando'.
Los trabajadores sociales destacan en su trabajo la 'arrolladora incidencia' de la publicidad en estos núcleos dirigida a cubrir necesidades 'superfluas'. 'De ahí la percepción generalizada', aseguran los autores, 'de tener cubierta las necesidades básicas de habitabilidad que hace que se eleve el nivel de expectativas y aparezcan como necesidades más sentidas genéricamente el teléfono, la televisión en color, el vídeo, etcétera'. Aunque la encuesta no preguntaba acerca del nivel de agrado del encuestado con su barrio, sus autores dicen que 'la gente con cierto nivel cultural sí quiere escapar de ellos'.
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