Mas anuncia que CiU volverá a pactar los presupuestos con el PP

Si alguien albergaba dudas sobre los apoyos que persigue Convergència i Unió (CiU) para aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2002, ayer el conseller en cap, Artur Mas, las despejó en su totalidad. Los nacionalistas negociarán un año más con el Partido Popular, el mismo que les garantiza la gobernabilidad en Cataluña y al que no quieren aislar parlamentariamente por mucho que se desgañitara ayer el secretario general de Esquerra, Josep Lluís Carod, en el transcurso de su entrevista con Mas.

El líder republicano salió ayer de su reunión con Mas al menos con dos cosas claras: la muerte de su oferta de pacto cuatripartito y la negativa de CiU a apartar a los populares de cualquier acuerdo en el Parlament. Si Carod Rovira tenía alguna esperanza en que CiU variaría su estrategia parlamentaria, ayer se dio por convencido.

El conseller en cap anunció, en la rueda de prensa posterior a la entrevista, que para aprobar las cuentas generales de la Generalitat para 2002 los nacionalistas buscarán de nuevo el apoyo de los populares, con quienes se reunirán en los próximos días. Y que si ERC quiere sumarse a ellos, bienvenida sea. Pero Carod Rovira rechazó de plano esa posibilidad: 'Una cosa es contradictoria con la otra. El nacionalismo catalán está reñido con el nacionalismo español'.

Los presupuestos son algo más que una retahíla de cifras y números, dijo Mas, y van emparejados a una serie de leyes a lo largo del curso político. Y para aprobarlas, CiU necesita irremediablemente los 12 votos que les proporciona el PP. No obstante, el conseller en cap y secretario general de CDC se esforzó en no dar un portazo a la buena disposición de Esquerra para alcanzar pactos en otras materias.

Carod se presentó ayer a la reunión con dos barajas para así poder mantenerse en su tan apreciada equidistancia. Una para defender la necesidad de que los 'cuatro partidos de tradición catalanista' pacten las líneas maestras de la política catalana y otra, que ofreció a CiU en su misma mano, para negociar bilateralmente diversas leyes, por ejemplo las de cajas, turismo, meteorología o urbanismo. 'Usaremos nuestros 12 votos para que avancen las leyes que consideramos positivas', aseguró. ERC, vino a decir Carod, jugará con la baraja que en cada momento sea más favorable a sus intereses.

Mas no rechazó la oferta de Carod, pero le recordó que CiU ya aplica la política del consenso pues en esta legislatura todas las leyes, menos la de presupuestos, han tenido el apoyo mayoritario de los grupos del Parlament. El conseller en cap no se abstuvo de lanzar un reto a Carod: si quiere consenso, puede demostrarlo en la ponencia sobre el incremento del autogobierno.