La dirección de CDC impide a sus militantes presentar enmiendas al pacto con Unió

Los 904 delegados que asistirán este domingo en Tarragona al congreso extraordinario de Convergència Democràtica (CDC) tan sólo podrán votar a favor o en contra del protocolo de federación con sus socios de Unió Democràtica (UDC) y no se les permitirá presentar enmiendas al texto. La dirección convergente ya conoce de antemano los resultados, pues tres cuartas partes de los compromisarios acuden con el voto delegado de las asambleas territoriales del partido. El resto son cargos electos y miembros del consejo nacional.

Convergència debe aprobar, por mandato estatutario, la federación con Unió en un congreso extraordinario, al contrario que los democristianos, a quienes bastó un mero consejo nacional. Será un congreso de puro trámite al que la mayoría de los compromisarios acuden con el voto delegado de las 75 asambleas territoriales y sectoriales que les han elegido. El resto, hasta los 904, corresponde a los más de 300 miembros del consejo nacional y el casi centenar de cargos electos (parlamentarios, diputados y senadores) y del partido.

La propuesta de federación debe ser ratificada por las tres quintas partes de los delegados, una cifra que la dirección de CDC ya se ha garantizado de antemano. A pesar de tan excelentes perspectivas, ayer el secretario de organización convergente, Lluís Corominas, introdujo suspense sobre el resultado y aseguró que tan sólo intuía la aprobación de las bases de la federación con Unió.

Tampoco los delegados podrán introducir enmiendas al texto de la federación, consensuado entre ambos partidos a finales del pasado mes de marzo. Unió forzó a sus socios a negociar un nuevo protocolo de relaciones tras la grave crisis desatada por el nombramiento de Artur Mas como conseller en cap del Gobierno catalán y la posterior salida del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, del Ejecutivo.

Lluís Corominas manifestó ayer en Tarragona, en la presentación del congreso, que el objetivo del cónclave es 'buscar la cohesión interna' de la coalición y 'cerrar' las últimas discrepancias con Unió Democràtica. El secretario de organización afirmó: ' consolidará el espacio central que hemos construido en Cataluña en los últimos 25 años y nos separará de las tensiones que hemos tenido a nivel interno y que seguro que nos debilitaban'.

Como ejemplo de esta armonía, Corominas explicó que en el pasado debate de la moción de censura de Pasqual Maragall 'aquellos que han pretendido enfrentar a Mas y Duran han visto que no sirve para nada'. Para el secretario de organización convergente, el nuevo pacto de federación supone 'un camino sin retorno' en las relaciones entre ambos partidos.

Moción de censuraJordi Pujol y Pasqual Maragall defendieron ayer por enésima vez su actuación en la moción de censura y los buenos resultados para sus partidos. El presidente de la Generalitat declaró que, a pesar de que por su 'temperamento' le hubiera gustado intervenir, el reglamento del Parlament no le obligaba y dio las gracias al líder socialista porque el debate ha permitido a Convergència i Unió 'visualizar' no sólo su equipo de futuro, sino también su proyecto. 'Maragall ya sabe que nos ha hecho un favor y que lo hemos aprovechado', añadió.

Por su parte, Maragall dijo que el silencio de Pujol tan sólo perjudica al presidente; 'se está haciendo daño a sí mismo', aseguró. Asimismo, restó credibilidad a la encuesta encargada por el Gobierno catalán en la que Artur Mas aparece como el mejor valorado. 'Las encuestas encargadas siempre dicen lo que uno quiere', manifestó Pasqual Maragall.