El ántrax llega hasta un centro militar que revisa el correo de la Casa Blanca
Washington confirma la muerte de dos carteros y un nuevo caso en Nueva Jersey
"No tengo ántrax". El presidente Bush tuvo que dar constancia de su buena salud después de que se detectaran ayer esporas de carbunco en una oficina que distribuye la correspondencia de la Casa Blanca, situada a varios kilómetros de la residencia. Las primeras pistas no parecían indicar una acción intencionada. El hecho, sin embargo, ha causado aún más confusión en el Gobierno, que parece desbordado. La confirmación de la muerte por ántrax de dos empleados de correos de la capital y la aparición de un nuevo caso en Nueva Jersey han sembrado dudas sobre las formas de contagio.
Doble pánico
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