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DESARME DEL IRA

La unidad de los paramilitares

'Ha llegado la hora de las cabezas frías y los corazones valientes', declaró Gerry Adams, el presidente del Sinn Fein, el lunes en un mensaje dirigido no a sus rivales protestantes, no al Gobierno británico, sino, con toda claridad, a sus correligionarios. Adams sabía que menos de 24 horas después el IRA, el brazo militar del Sinn Fein, iba a anunciar su desarme y que el desafío político iba a consistir ahora en evitar peligrosas fracturas dentro un movimiento que había luchado casi un siglo para unificar Irlanda e independizarse del Reino Unido.

'Hago un llamado a los republicanos para que se mantengan unidos', dijo Adams. 'Quiero hacer un llamado particular a los voluntarios del IRA y a sus familias y a las bases del IRA para que se mantengan solidarios unos con otros'.

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El temor de Adams es que desertores del IRA se unan a las filas del Real IRA (el Auténtico IRA), un pequeño grupo disidente que todavía no ha renunciado al terrorismo. Todo indica que la figura más carismática del movimiento republicano triunfará una vez más.

Su gran logro desde que firmó el Acuerdo de Viernes Santo con los unionistas de David Trimble y los Gobiernos de Gran Bretaña e Irlanda, en abril de 1998, ha sido convencer a la gran mayoría de sus seguidores a postergar el objetivo histórico de una Irlanda unida a favor de una paz en la que el instrumento dominante de persuasión sea no el rifle o la bomba, sino el debate democrático.

¿Por qué el desarme del IRA ahora? ¿Por qué no antes, cuando se podrían haber salvado tantas vidas? Parte de la explicación, como señalaba Gerry Kelly, ex combatiente del IRA y hoy líder del Sinn Fein, a EL PAÍS hace tres meses, es que los 'voluntarios' del IRA no habían alcanzado la madurez política necesaria para deshacerse de sus armas. Pero quizás la explicación principal es que tras el 11 de septiembre, el IRA, que ha dependido toda su vida de apoyo político, logístico y militar de simpatizantes americanos, ha calculado que el terrorismo o la lucha armada ya no tiene futuro.

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