Más Gescartera

Nos toman por tontos; ésa es la impresión que saco después de seguir hasta el día de hoy el caso Gescartera, que cada día que pasa deriva más en caso Rato.

Hermano que no sabe que su hermana del alma es la presidenta de Gescartera, siendo, para más gravedad, nada menos que secretario de Estado de Hacienda; no recuerdan los regalos millonarios recibidos; padre que no sabe que su hija tiene negocios con Camacho... '¡Qué familia más despegá!', decía el otro día una señora en la panadería.

Y si bien es cierto que ya le han podido llamar sinvergüenza públicamente a Ramallo, nombrado por Rato vicepresidente de la CNMV, la cosa empieza a subir de tono, de intensidad y todos los hilos van a parar a la misma persona: Rato.

¿Cómo es posible que un banco, con lo que son para conceder un crédito -tienes que tener más garantías que el dinero que te prestan-, dé un crédito a una de las sociedades de Rato por valor de cuatro veces su facturación anual?

Eso se llama técnicamente 'préstamo de alto riesgo', y el Banco de España obliga en estas ocasiones al banco en cuestión a dotar su fondo de insolvencia con una cantidad igual para, caso de que no se pueda cobrar el préstamo, salvar los intereses de los accionistas del banco. ¿Qué pasa aquí? Que el banco es extranjero, no está intervenido por el Banco de España.

Casualmente, no me sean mal pensados, el banco de marras trabaja con Gescartera y es el mismo banco que pagó unos extraños viajes a Londres a Aznar, su señora, Montoro y, cómo no, a Rato.

¿A qué y para qué? Hay que tirar de ese hilo, porque puede dar mucho de sí.

Al norte de las islas Británicas hay unas pequeñas islas que son 'paraísos fiscales'.

Otra coincidencia, no piensen mal. ¿Estarán o habrán pasado por allí algunos de los miles de millones volatilizados?

Hay expertos publicistas que aseguran que el PP gasta en las campañas electorales como unas tres veces más que lo que declaran.

Pero eso no es más que otra coincidencia.

¿Caiga quien caiga dijo usted, señor Aznar? Vamos a verlo.-