Correos ofrece guantes y mascarillas para los trabajadores que manipulan los envíos
Una circular informa a los empleados sobre las medidas preventivas que deben adoptar
La dirección de Correos emitió ayer una circular donde se detallan una serie de normas preventivas dirigidas a sus trabajadores para evitar posibles contagios de ántrax (carbunco) por causa de envíos postales con fines terroristas. Al mismo tiempo, los máximos responsables de Correos han informado a los sindicatos de que se dispone de guantes y máscaras para aquellos trabajadores destinados en los servicios de reparto y clasificación (colectivo que engloba a unos 40.000 de los 60.000 trabajadores de este organismo) que soliciten su uso preventivo.
Portavoces de UGT de Correos consideran que las medidas adoptadas hasta el momento por la dirección de este organismo son 'razonables y prudentes' y se incardinan en las normas que se están acordando en las recientes reuniones de los comités internacionales sobre este fenómeno del bioterrorismo. Dirigentes de este sindicato destacan que las medidas preventivas en España no pueden ser la mismas que se han adoptado en EE UU, donde han fallecido dos carteros por carbunco pulmonar. 'Estados Unidos es un país en guerra; y España es un país aliado. Por el momento, no hay una amenaza directa y sería desafortunado exagerar las alarmas que sólo servirían para colapsar el servicio público', alegan.
El tono de la circular emitida ayer por la dirección de Correos se aleja, ciertamente, de la alarma que desprende una reciente circular del servicio postal norteamericano. Mientras que la circular española pretende sólo 'difundir normas de actuación que contribuyan a la seguridad y salud laboral', una circular interna de sus colegas de EE UU detalla directamente cómo y en qué situación deben usarse los guantes y las mascarillas para prevenir el carbunco.
Contenido blando y ladeado
La circular de Correos anima a los trabajadores a ser especialmente cuidadosos con los 'objetos que tengan contenido blando y ladeado, contengan alusiones al ántrax, guerra, EE UU o llamen especialmente la atención por causas análogas'. 'El hallazgo de estos objetos no constituye en sí mismo riesgo biológico', intenta tranquilizar la nota. El peligro, según la circular, estriba en que 'el envío se encuentre roto y se observe polvo'. A partir de ahí, Correos detalla una serie de normas elementales que deben adoptar sus funcionarios para evitar todo posible contagio como son no agitar el envío, introducirlo en una bolsa de plástico, aislar las dependencias donde haya caído polvo y lavarse las manos y ducharse.
No obstante, asegura la dirección de Correos, 'nada sugiere que en estos momentos España sea objetivo de acciones de esta naturaleza, ni se han detectado envíos postales contaminados'. 'Hemos de asumir el riesgo potencial sin alarmismo, con serenidad y con la responsabilidad que siempre nos ha caracterizado'.
Sin embargo, Justo Sierra Martínez, perteneciente al cuerpo ejecutivo de Correos, se quejaba ayer por la ausencia de información, falta de seguridad y ninguna actuación especializada por parte del Ministerio de Sanidad. La denuncia se vio forzada tras una mañana de desconcierto en el Centro de Clasificación de Chamartín (Madrid) que más se parecía a 'la guerra de Gila' que a 'las imágenes que muestra la CNN de cómo se debe actuar en estos casos', según Sierra Martínez. Según este trabajador, a media mañana de ayer se procedía a clasificar una carta cuyo destinatario era un dirigente madrileño cuando ésta se abrió accidentalmente y de su interior cayeron 'los famosos polvos blancos'. 'Todos esperábamos que nos desalojaran y que llegara un equipo especializado que se hiciera cargo de la situación', relató Sierra Martínez.
Pero sólo se acordonó uno de los extremos de la mesa donde se había abierto la carta y se presentaron en el lugar dos policías casi una hora después. 'Seguir trabajando, que no pasa nada', aseguró este empleado que les dijo el jefe de cartería. 'A partir de 30 centímetros no pasa nada', les aseguró el superior, informa Yolanda Monge.
Cocaína en un vuelo a París
Entretanto, en España se suceden las falsas alarmas de envíos postales contaminados con ántrax. La Guardia Civil detuvo ayer a dos personas por utilizar supuestos envíos postales con polvos sospechosos, en un caso para gastar una broma y en otro para, mediante tal amenaza, forzar el pago de una deuda. Las detenciones se produjeron en Tenerife y Alicante.
En Ceuta, por enviar cartas que simulaban contener el agente patógeno, fueron detenidos varios menores. Por otro lado, la Guardia Civil analizó ayer el polvo blanco que desprendía en una maleta de un pasajero con destino a París. Tras los pertinentes análisis, los agentes descubrieron que el polvo blanco sospechoso era cocaína.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.