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La vivienda tradicional, superada por las nuevas formas de convivencia

La vivienda tradicional está quedando desfasada por momentos. El Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona aboga por una puesta al día de la normativa para que deje de asociarse vivienda con familia convencional. La del Patronato viene a sumarse a las voces que desde diferentes instancias reclaman que la legislación facilite la construcción de pisos para personas que viven solas, en pareja o en grupo como ocurre con frencuencia entre inmigrantes y núcleos monoparentales. La rigidez del planeamiento urbanístico dificulta la adaptación de la vivienda a las necesidades de sus futuros ocupantes.

Mientras que el concepto clásico de familia está en franca regresión, las casas se siguen proyectando como si nada hubiera cambiado, con alguna diferencia menor que afecta a las instalaciones. La publicación periódica del Patronato Municipal de la Vivienda dedica su número de octubre a analizar los desajustes existentes entre lo que la sociedad espera del lugar de residencia y lo que el mercado le ofrece.

Desde la perspectiva de la legislación vigente y del planeamiento todos los pisos son iguales a la hora de definir la densidad de la ocupación. Es decir, para determinar la densidad de la vivienda no se tiene cuenta que ésta sea grande o pequeña, con más o menos habitaciones y con independencia del número de personas que la vayan a ocupar. Si el promotor, como suele ser habitual, quiere aprovechar toda la edificabilidad que el planeamiento le permite, se inclina casi siempre por levantar pisos de la gama amplia (con mayor número de dormitorios). Las más perjudicadas resultan las viviendas no convencionales.

Servicios públicos

Quienes defienden más flexibilidad a la hora de diferenciar entre pisos ocupados por cuatro o más personas que los habitados por una argumentan sus tesis señalando que el uso que hacen de los servicios urbanos no es el mismo en uno u otro caso, por lo que consideran imprescindible que se module el cómputo que determina la densidad.

Iñaki Ábalos, autor del libro La buena vida, estudia siete tipos de viviendas levantadas durante el siglo XX que responden a otras tantas formas de vivir y de proyectar. La diversidad presente en las casas con patio de Mies van der Rohe, la casa de Heidegger en la Selva Negra, la máquina de habitar de Jacques Tati, que aparece en la película Mon Oncle, o la casa pintada por David Hockney en el cuadro A bigger splash son los ejemplos que ilustran diferentes maneras de concebir la vivienda, pero que raramente se encuentran en los productos que ofrece el mercado. Ábalos se muestra tajante al afirmar que tanto los arquitectos, en calidad de técnicos entendidos en la materia, como los políticos, como los garantes del bienestar de los ciudadanos, imponen un modelo de vivienda que consideran el más funcional e higiénico. Por consiguiente, éste es el modelo que acaba implantándose en las ordenanzas de la edificiación.

El Patronato Municipal se hace eco de quienes, como el arquitecto Ignacio Paricio, opinan que la vivienda 'no ha de ser un estuche a la medida de unos ocupantes modélicos, sino una caja que gracias a los complementos y retoques pertinentes, pueda ser el marco acogedor para residentes diversos o incluso para los mismos moradores pero en distintas etapas de su vida'.

Entre los expertos, abundan los que consideran que el entorno doméstico no debe conformarse con ser el lugar donde se satisfacen las necesidades más primarias, sino el escenario adecuado para gozar de la vida, toda vez que, gracias a las nuevas tecnologías, cada vez más personas trabajan en su domicilio.

Las voces que abogan por una puesta al día de la vivienda tienen eco tambien en la Generalitat. El responsable de actuaciones concertadas de Urbanismo,Arquitectura y Vivienda, Ramon Roger, se mostraba muy crítico hace algunas semanas con el anquilosamiento que presentan ciertas prácticas en uso en el mercado de la vivienda que no han evolucionado como debieran y de las que responsabiliza en parte a la normativa. En las jornadas Revivir los barrios, celebradas el 21 de septiembre en el Colegio de Arquitectos de Cataluña, Roger animó a los técnicos, promotores y aseguradoras, a investigar y modernizar los proyectos y los materiales de construcción.

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