Educación suprime 10 talleres que impartían varias ONG para jóvenes con fracaso escolar

La Consejería de Educación ha suprimido 10 talleres profesionales para jóvenes organizados por ocho asociaciones en zonas marginales de la región. Educación no les ha renovado la subvención, pese a que la mayoría de los 150 alumnos de entre 16 y 21 años que pasaban al año por estos talleres sacaba el graduado escolar y encontraba trabajo al acabar el curso. El Gobierno regional argumenta que la tarea de estas ONG pueden hacerla los institutos y otras entidades -ayuntamientos, sindicatos- para las que las ayudas han subido de 700 a 714 millones de pesetas.

Los talleres iban dirigidos a jóvenes que no querían seguir estudiando pero que tampoco podían acceder a la formación profesional porque ni siquiera tenían el graduado escolar.

'Yo no iba nunca al colegio. Prefería estar en la calle antes que aguantar a los petardos de mis profesores', cuenta Jennifer Moyano, de 17 años. El pasado curso pasó por el taller profesional de comercio que ofrece Iniciativas Fontarrón en Vallecas y lo consiguió: 'Me he sacado el graduado escolar y el título de comercio, y ya soy capaz de manejarme en euros', explica contenta. El caso de Jennifer no es único. En los dos años que lleva funcionando este taller, sus responsables han conseguido que todos los chavales obtengan el graduado escolar, y el nivel de inserción laboral llega al 98%.

Por eso Jennifer no entiende que Educación haya suprimido este curso la subvención de la que ha gozado la asociación los dos últimos años para poner en marcha el programa. Máxime cuando ya había alumnos derivados para iniciarlo. Como Lupe Gabarre, de 16 años, que fue remitida por su instituto a este taller. 'A mí no me gustaba estudiar. Estaba apuntada, pero no iba', dice. 'Nuestro objetivo es dar formación a chicos que presentaban un fracaso escolar estrepitoso y para los que las puertas educativas estaban cerradas', explica Victoria Urzáiz, coordinadora de los talleres, quien asegura que el programa tenía una demanda 'altísima' entre los jóvenes de este barrio de Vallecas.

Sagrario Rodríguez, madre de un chico que hizo el taller hace años, lo corrobora. 'Mi hijo no aparecía por el instituto más que para incordiar. Lo saqué y lo mandé a Fontarrón. Ahora está trabajando', afirma orgullosa. Sagrario asegura que las familias no quieren que sus hijos tengan que salir del barrio para recibir la formación que les abra las puertas del mercado laboral, y han iniciado una recogida de firmas contra la decisión de la consejería.

Pero Fontarrón no es la única asociación disconforme con la resolución provisional de Educación. Otros nueve talleres profesionales impartidos por siete asociaciones (Ciudad Joven, Crisol, Cáritas, Las Naves, Ámbar, Ciudad Escuela de los Muchachos y Hogar del Empleado) han visto cómo se truncaba un trabajo que algunas llevan desarrollando desde 1995 con buenos resultados.

'Las asociaciones tenemos la ventaja de la cercanía a pie de calle con estos chavales, que es un alumnado que no acaba de encontrarse en los institutos. Por eso también les podemos enganchar más fácilmente', explica Juan Sánchez, presidente de Enred, la coordinadora que agrupa a nueve asociaciones que imparten talleres profesionales.

Oferta pública

María Antonia Casanova, directora de Promoción Educativa de la Comunidad, argumenta que los proyectos se han valorado uno a uno y que cuando no se han concedido subvenciones a estas asociaciones es porque había oferta pública suficiente en algunos institutos de la zona como para atender a la demanda. De hecho, la subvención para este curso -cuya resolución tiene carácter provisional y está en fase de alegaciones- establecía 14 millones de pesetas más que la del curso pasado: 714 frente a 700 millones.

Aunque los proyectos que subvencionará la consejería son 83, frente a los 82 del curso pasado, la modalidad de talleres profesionales (los que imparten las asociaciones para los jóvenes que no presentan discapacidad) se han reducido de 34 a 28. 'No ha habido transparencia de los criterios que ha empleado la Administración para valorar los proyectos', denuncia Sánchez, que explica que la cantidad que vienen recibiendo por estos cursos se va reduciendo año a año. Según Enred, en la convocatoria para el curso 1999-2000 recibieron una media de ocho millones, mientras que este curso han recibido una media de siete, cuando en realidad, según sus cálculos, el valor real es de 12 millones.