Las discrepancias de los ministros europeos frenan el plan de ayudas a las aerolíneas
La comisaria Loyola de Palacio acusa de incoherencia a los 15 ministros de Transportes
La UE puso ayer de nuevo en evidencia sus carencias para reaccionar al unísono ante problemas que exigen fuertes desembolsos. 'Si fuéramos coherentes, no estaríamos en esta situación', se quejó la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, tras la reunión de los 15 ministros del ramo en Luxemburgo. Y es que los ministros desoyeron la petición de que Bruselas negocie con EE UU para hacer frente a 'la competencia desleal' estadounidense y discreparon profundamente sobre cuál debe ser el grado de ayuda a un sector sumido en una crisis agravada tras los atentados del 11 de septiembre.
'Vivimos una esquizofrenia: estamos unidos internamente, pero desunidos ante el exterior', aseguró Gilles Gantelet, portavoz de Transportes de la Comisión Europea. En efecto. La Comisión propuso el pasado miércoles una serie de medidas para ayudar al sector aéreo, que incluían el pago de una indemnización por los cuatro días en que los aeropuertos de EE UU estuvieron cerrados por los atentados, la posibilidad de que las grandes compañías puedan usar derechos de vuelo aunque no los hayan utilizado y la cobertura estatal durante un mes de los riesgos de graves accidentes aéreos en Europa.
Sólo en este último punto hubo acuerdo y los Quince decidieron ampliar a un mes más la cobertura estatal de riesgos para casos de accidentes o atentados. En todos los demás puntos hubo discrepancias. Así, Francia, Italia e Irlanda, y en menor medida Portugal, se mostraron partidarios de que las indemnizaciones a las aerolíneas sean por más de cuatro días de inactividad. Por el contrario, España, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Reino Unido y Alemania no quieren ni oír hablar de semejante incremento en las ayudas.
Ayudas de Estado
Una división no menos profunda se produjo al tratar el problema de los derechos de vuelo (slots). Según la normativa europea, las compañías que no usan un slot lo pierden a favor de otra que lo solicite. La Comisión ha propuesto, siempre a raíz de los atentados, que las aerolíneas puedan seguir usando esos derechos de vuelo, aunque no los hayan empleado, durante toda la temporada de verano (incluye octubre). Ahora, el mismo grupo de países que desea otorgar más ayudas quiere que ese plazo de usar slots no explotados se extienda también a la temporada de invierno.
Pero estas discrepancias entre los Estados, y entre éstos y la Comisión, fueron aún más obvios ante la petición del Ejecutivo comunitario de que los Quince le autoricen a negociar frente a Estados Unidos en nombre de la UE. Ni un solo país apoyó expresamente tal petición, pese a que De Palacio advirtió la semana pasada: 'Si quieren ir a EE UU uno a uno los países, ya veremos qué es lo que sacan'. Tras el pobre resultado de la reunión de ayer, la comisaria optó por acusar de 'incoherencia' a los Quince al reconocer que sólo hay luz verde de los Quince para negociar en el futuro un Código de buena conducta entre EE UU y Europa.
A la vista de lo ocurrido ayer en Luxemburgo, cada país optará ahora por hacer lo que considere más conveniente. 'Pero la mayoría queremos evitar que haya ayudas de Estado para hacer una reestructuración que otros ya hemos hecho antes', avisó el vicepresidente español Rodrigo Rato.
Las serias divergencias entre los titulares de Transportes, cuando las compañías europeas arrastran ya una grave crisis financiera, ahora agravada por los atentados, contrasta totalmente con la experiencia estadounidense. Washington ha concedido ya 5.000 millones de dólares (casi un billón de pesetas) en ayudas, además de cuantiosos préstamos, lo que ha permitido a las compañías estadounidenses fuertes rebajas en las tarifas transatlánticas.
'Se trata de posibles prácticas predatorias de competencia desleal', clamó ayer De Palacio. Pese a tal acusación, la ministra belga de Transportes, Isabelle Durant, reconoció que hay que dar 'una respuesta urgente', pero que la situación es 'compleja'.
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