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Mas ataja el debate sobre el pacto con Esquerra ante las demandas del sector soberanista de Convergència

En vísperas de la moción de censura, en Convergència Democràtica (CDC) sólo preocupa, aparentemente, el pacto cuatripartito, que ya se ha convertido en un mano a mano con Esquerra Republicana (ERC). Mientras el Gobierno de Jordi Pujol prepara intensamente la respuesta a Pasqual Maragall, la ejecutiva de su partido reflexionó en voz alta sobre la conveniencia de una ruptura pactada y paulatina con el Partido Popular y la búsqueda de una alianza con los republicanos de Josep Lluís Carod Rovira.

Este tema llegó a monopolizar la reunión hasta tal punto que el secretario general de CDC, Artur Mas, tuvo que atajar el debate ya que, en su opinión, cualquier decisión al respecto debe aplazarse hasta después de la moción de censura.

El sector soberanista convergente se alzó ayer en bloque para reivindicar un pacto de las fuerzas nacionalistas en el Parlament, tras la oferta lanzada por Carod Rovira en el debate de política general. Pero, paradójicamente, la mayoría de las intervenciones se produjeron cuando Jordi Pujol ya se había ausentado de la sala.

El aperitivo lo puso el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, quien en el homenaje ante la tumba del ex presidente Lluís Companys defendió la necesidad de buscar 'consensos ligados a la cuestión nacional'. 'A ver si somos capaces de ponernos de acuerdo todos los patriotas', añadió.

En la ejecutiva, Puig encontró la adhesión de su compañera en el Gobierno catalán, Carme Laura Gil; del secretario general de las juventudes de CDC, Albert Batalla, y del parlamentario Josep Rull, entre otros.

Pero para Mas ayer no era día de disquisiciones sobre Esquerra. Ya habrá tiempo tras la moción de censura de Maragall, cuando Carod Rovira se entreviste con los dirigentes de CiU, el propio Mas y el democristiano Josep Antoni Duran Lleida.

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Los miembros de la ejecutiva de Unió Democràtica no se mostraron tan explícitos como sus socios, aunque sí defendieron el diálogo con Esquerra. No obstante, todos coincidieron en afirmar que, tal y como está evolucionando el Partido Popular con sus arranques antiautonómicos, CiU no puede llegar a las puertas de las elecciones autonómicas del brazo de los conservadores.

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