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Un sector lleno de dudas

Varios hipermercados de Málaga, en suspenso por la moratoria

Las dudas sobre cómo y cuándo se aplicará la moratoria de un año en la concesión de licencias anunciada por la Junta sume al sector de grandes superficies en la incertidumbre. En Málaga, se teme que la medida suponga la paralización de tres proyectos en la capital, uno en Antequera y dos en Mijas.

Uno de ellos es el complejo Málaga Nostrum, del grupo Detea, que ya cuenta con la licencia municipal, pero que aún no tiene la autonómica. La iniciativa contempla un gran centro comercial y de ocio en el polígono del Guadalhorce. Si la moratoria no se aplica a los proyectos que ya están en marcha, este complejo saldría adelante. De lo contrario, quedaría bloqueado.

En la misma situación están un Hipercor en Mijas y dos Eroskis, uno en esta misma localidad y otro en Antequera. Tampoco queda claro el futuro de los cines y las tiendas del Plan Especial del Puerto. Sindicalistas y políticos discrepan sobre los efectos de la moratoria sobre este espacio, ya que mientras unos estiman que no le afecta porque va parcelado en comercios de menos de 2.500 metros cuadrados, otros sostienen que en su conjunto supera esta superficie y por tanto la medida repercutirá sobre su desarrollo.

Hay otros cuatro proyectos fuera de duda. Son cuatro grandes superficies a las que la Junta ha concedido la segunda licencia recientemente y que se salvan raspando de la moratoria. Leroy Merlín prevé la construcción de una hipertienda de muebles y bricolaje en la zona oeste de la capital. La luz verde de la Administración andaluza le llegó hace apenas dos semanas. Plaza Mayor consiguió el visto bueno de la Junta en enero para construir un gran espacio comercial y de ocio casi en el límite de Málaga con Torremolinos. Benalmar obtuvo ese mismo mes la autorización para una gran superficie en Benalmádena.

Un caso aparte es el del centro comercial de Rincón de la Victoria, que se construye pese a no contar con la segunda licencia. Hace un par de años hubo hasta manifestaciones en contra del proyecto. Aunque el Ayuntamiento le concedió la primera autorización, la Junta le denegó la segunda licencia. Pero la resolución fue comunicada fuera de plazo. El gobierno local -que apoyaba la iniciativa- no tardó en argumentar que por silencio administrativo se había dado luz verde definitiva al proyecto y autorizó el comienzo de las obras. La Junta interpuso un contencioso que aún no está resuelto, pero el centro comercial está casi terminado.

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