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La Unión Europea reforzará la cooperación entre los servicios de espionaje militar y civil de los Quince

Los servicios de espionaje civiles y militares de los países de la UE van a reforzar su cooperación. Ésta es una de las lecciones que los europeos han aprendido de los atentados del 11 de septiembre y de las flagrantes carencias que han demostrado las agencias norteamericanas. 'Esta colaboración se hace ahora más que nunca indispensable', declaró ayer en Bruselas el ministro belga de Defensa, André Flahaut, en nombre de la Unión, al término de una reunión informal de los titulares de esa cartera. También los Quince quieren proteger mejor a sus Ejércitos e implicarlos más en la lucha antiterrorista, aunque no concretaron fórmulas.

El alto representante de política exterior y seguridad común de la UE, Javier Solana, ha sido encargado de presentar un informe sobre la colaboración entre los servicios de espionaje. España estuvo representada por el secretario general de Política Internacional de Defensa, Javier Jiménez Ugarte, al tener que asistir el ministro, Federico Trillo, al desfile del 12 de octubre.

Los ministros estuvieron de acuerdo en tener lista para fin de año la capacidad de defensa de la UE a fin de posibilitar la puesta en marcha de la futura Fuerza de Reacción Rápida (FRR) de la UE a partir de 2003. Los últimos retoques deben quedar en principio cerrados en una conferencia que la presidencia belga ha convocado para los próximos 19 y 20 de noviembre de modo que todo quede sellado en la cumbre de Laeken-Bruselas este diciembre.

La FRR fue diseñada en diciembre de 1999, en la cumbre de Helsinki, con el objetivo de constituir un cuerpo rotatorio de al menos 60.000 soldados. Los Quince respaldan una propuesta británica de declarar a la UE militarmente operativa 'de forma progresiva' a partir del 1 de enero de 2002. 'En principio no está previsto que se ponga en marcha el año que viene alguna misión, pero no hay que descartar operaciones menores si existen las capacidades', dijo un portavoz del Consejo de la Unión.

Tropas en los Balcanes

Los ministros reconocieron ayer las dificultades de solucionar antes de fin de año el contencioso con Turquía, país precandidato a la adhesión a la UE y miembro de la OTAN, que bloquea desde hace un año la plena cooperación entre la Unión y la Alianza para que los europeos tengan acceso automático a los medios de planificación atlánticos. Fuentes diplomáticas indicaron que probablemente la UE se verá obligada a solicitar caso por caso sus peticiones a la OTAN. 'A Turquía no se le puede dar más de lo que ya se le ha ofrecido ', dijo una fuente que asistió a la reunión que pidió no ser identificada. Ankara sostiene que la mayoría de los focos de conflicto se hallan en su zona geográfica y de ahí su interés en tener voz en la capacidad decisión.

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Los ministros abordaron la eventualidad de que EE UU retire sus tropas de los Balcanes. 'Debemos ser capaces de asumir nuestras responsabilidades llegado el momento', dijo Solana. Unos 38.000 de los 50.000 efectivos que se hallan en la zona son europeos. 'En principio, siguen estando vigentes para nosotros las palabras de Colin Powell : entramos juntos y saldremos juntos', comentó un militar de una de las delegaciones, que excluyó una retirada total a corto plazo de EE UU de los Balcanes.

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