Los precios de la vivienda nueva se incrementaron más de un 5% en Valencia en el último año

Los precios de la vivienda nueva sufrieron un incremento del 5,2% en la ciudad de Valencia entre el 1 de julio pasado y la misma fecha del año anterior, según el estudio realizado por la empresa Sociedad de Tasación, SA. En el estudio se señala que Valencia fue la capital donde más se incrementaron los precios, al pasar de 157.300 pesetas el metro cuadrado a 165.500.

El aumento de la vivienda nueva en la ciudad de Castellón se situó en la media de las tres capitales, con un aumento del 4,5%, lo que supone que el metro cuadrado subió de las 121.800 pesetas a las 127.300. Llamativamente, Alicante fue la capital que mayor contención de precios registró al pasar de 132.500 pesetas a las 137.300 pesetas el metro cuadrado. Los incrementos en el precio de la vivienda, en cualquier caso, fueron superiores a la media española que se situó en un 3,2%. En términos absolutos, la vivienda nueva en la Comunidad Valenciana sigue siendo más barata que la media española que a 1 de julio de este año estaba en 229.300 pesetas el metro cuadrado. Según el informe de Sociedad de Tasación, SA, la tendencia general es de desaceleración, tanto en la construcción de promociones como en el incremento continuado de los precios. Una ralentización que, según los expertos del sector, será más patente en el segundo semestre de este año, tal y como refleja ya el número de proyectos visados. Sin embargo, la reducción en el número de proyectos visados no tendrá la misma correlación en los precios de la vivienda nueva y usada, que se mantendrán al alza aunque a un ritmo menor.

De acuerdo con el estudio del coste medio por metro cuadrado, en las ciudades de Castellón y Alicante todavía es posible comprar un vivienda media por un importe inferior a los 15 millones de pesetas, cantidad que ya se ha superado en la ciudad de Valencia. En este contexto, las industrias cementeras, que hasta ahora se habían centrado en el consumo de promociones de viviendas, centran sus expectativas en el plan de infraestructuras del Gobierno para el periodo 2000-2007 que les permitirá conjugar el descenso de la actividad de edificación.