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El Ayuntamiento pone fin al aparcamiento libre en el centro del Eixample barcelonés

Nueva 'zona azul' más cara y limitada a una hora

Blanca Cia

Contra la doble fila, zona azul y, de paso, recaudar. Ésa parece ser la receta del Ayuntamiento de Barcelona, que ha dado un paso más contra la indisciplina del aparcamiento en doble fila en las esquinas del Eixample barcelonés, una práctica muy habitual. A partir de enero de 2002, en el núcleo central del distrito del Eixample -el perímetro comprendido entre las calles de Muntaner, Roger de Llùria, Gran Via y Diagonal- las esquinas no reservadas a la carga y descarga tendrán zona azul. Concretamente, serán 300 plazas con una tarifa más cara, de 2,39 euros -399 pesetas-, y con el límite de estacionamiento de una hora. En la práctica supone el fin del aparcamiento libre, salvo por la noche.

La medida forma parte de las ordenanzas fiscales del año próximo aprobadas ayer por la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Ernest Maragall, concejal de Hacienda, defendió la nueva categoría de zona azul porque aumenta la rotación de los aparcamientos en el área que concentra más comercio y oficinas del distrito central de Barcelona. 'Lo que no puede permitirse es la doble fila constante ya que hay muchos vehículos que sólo estacionan un rato para realizar gestiones', afirmó Maragall. La nueva zona azul estará controlada por los vigilantes de la sociedad de aparcamientos SMASSA, función que ya cumplen en el resto del estacionamiento controlado y en las zonas de carga y descarga.

El horario de esa zona azul será el mismo que el del resto, lo que supone el fin del aparcamiento libre durante la mayor parte del día en el centro del Eixample, y responde a la decidida actitud del consistorio barcelonés de intentar limitar el tráfico de vehículos privados en la zona centro de Barcelona.

Las ordenanzas fiscales del año próximo suponen un aumento de los ingresos del Ayuntamiento del 1,83%, y para los ciudadanos, un incremento del 1,79% de los impuestos municipales: IBI, IAE, plusvalía y vehículos, entre otros. La repercusión de la revisión del catastro supondrá, como máximo, un incremento del 3% en el recibo del IBI. Tanto en este impuesto como en la plusvalía, el consistorio ha bajado el tipo para disminuir el impacto del aumento del catastro.

En cuanto a las tasas, el incremento es del 2,7%. Por ejemplo, la retirada del vehículo por la grúa costará 16.690 pesetas, frente a las 16.250 actuales. Por el concepto de tasas -grúa, alcantarillado, licencias urbanísticas, mercados, vados, recogida de basuras de oficinas y comercial-, el Ayuntamiento tiene previsto recaudar 19.637 millones de pesetas, 403 más que lo previsto para este año. La comisión de gobierno también aprobó la compra al Ministerio de Defensa de los antiguos cuarteles de Sant Andreu y las oficinas de La Rambla, 2.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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