El Gobierno refuerza los controles en puntos estratégicos

La ofensiva armada que Estados Unidos ha iniciado en Afganistán en respuesta a los atentados terroristas sufridos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre también ha provocado que se refuercen las medidas de seguridad en puntos considerados estratégicos en la Comunidad. Así lo explicaron ayer el presidente del Consell, Eduardo Zaplana y la delegada del Gobierno en la Comunidad, Carmen Mas.

La delegada del Gobierno aseguró que las fuerzas de seguridad han aumentado los controles en 30 o 40 puntos del territorio valenciano. Puertos, aeropuertos, centrales nucleares o gaseoductos son algunos de los enclaves mencionados. Carmen Mas explicó que también se analiza cualquier información que se obtenga sobre supuestas células, grupos o facciones islámicas que puedan estar presentes en la Comunidad. Las fuerzas de seguridad, asimismo, han reforzado los controles, que ya se tomaron tras los atentados en Estados Unidos, en puntos de interés norteamericanos e islámicos. Mas evitó concretar si se está realizando alguna investigación sobre personas concretas. La delegada, en cualquier caso, quiso descartar que exista 'ningún motivo adicional de preocupación o inquietud' al margen de la que tiene la comunidad internacional.

En la misma línea se manifestó Zaplana, quien aseguró que 'no hay absolutamente nada que temer'. El presidente trasladó un mensaje de 'serenidad y tranquilidad', especialmente a los colectivos árabe y norteamericano residentes en la Comunidad. Además, calificó los bombardeos de 'absolutamente lógicos y esperados después del atentado terrorista del 11 de septiembre'. Zaplana recordó que el ataque no está dirigido ni contra los musulmanes ni el pueblo afgano.

Una locura

El mensaje de tranquilidad dirigido a la población musulmana contrastaba con la realidad. También ayer, la presidenta del Centro Islámico de Valencia, Amparo Sánchez, aseguró a Europa Press que los ataques estadounidenses suponen 'contestar a una locura con otra locura'. Sánchez calificó la acción de 'barbaridad porque, además, esto hará que salga algún loco más'. 'Hay un sentimiento en el corazón de la mayoría de musulmanes de a pie, independientemente de las decisiones de los gobiernos, de tristeza e impotencia pero también de enfado', añadió. Sánchez criticó que se diga que no es una guerra contra el Islam cuando 'sólo mueren musulmanes' y defendió que esta situación ni beneficia a la paz ni soluciona los problemas, 'y además tampoco perjudica a los terroristas porque quien está muriendo es el pueblo afgano'.