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Un docente de Canarias supo por la prensa que el obispado le ha despedido

Rafael Ramírez Santana, profesor de religión en el colegio público Arnao, de Telde (Gran Canaria) se enteró de que está despedido por el obispado de Las Palmas cuando este periódico le llamó para pedir su opinión sobre esa circunstancia. Ramírez daba clases en ese centro desde el 9 de abril de 1991 y ganó el 15 de junio de 1998 un pleito a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, que fue condenada ese día por un juzgado de lo Social a hacer fijo e indefinido a este trabajador. Otros siete docentes ganaron en la misma fecha igual derecho laboral.

'En las propuestas que ha mandado el obispado no figura ese señor', dijo el viernes pasado a EL PAÍS el viceconsejero de Educación del Gobierno canario, Fernando Hernández, en referencia a Rafael Ramírez. 'Nosotros no podemos proponerlo por mucha sentencia o fijeza que tenga en su contrato', añadió. Aunque la sentencia fue recurrida por el Ejecutivo canario, el Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad autónoma la confirmó en todos sus términos. La resolución judicial ya es firme. Se da la circunstancia de que Rafael Ramírez es, además, delegado del Comité de Empresa de la Consejería de Educación por la provincia de Las Palmas y dirigente de la Intersindical Canaria-Confederación Canaria de Trabajadores.

Como todos los años

Ramírez se incorporó al trabajo en el colegio Arnao a comienzos de curso, a mediados de septiembre pasado, y dio varias clases, pero el jueves pasado no pudo hacerlo al comunicarle el director del centro una 'instrucción' del Gobierno canario prohibiendo 'impartir clases [a ningún profesor] si no acredita su nombramiento'. La orden, firmada por el director general de Personal, salió de la Consejería de Educación el día 28 de septiembre [registro de salida número 186814], y llegó a los institutos a primeros de este mes. Algunos directores ni siquiera dejaron acceder a los docentes a las instalaciones. En el caso de Ramírez, no impartió clase, pero sí entró en el centro y entregó al director la sentencia judicial que le proclama como trabajador 'fijo e indifinido'.

El viceconsejero Hernández cree que se ha dramatizado la orden del director general de Personal porque 'es la de todos los años'. No explicó por qué se libró casi 15 días después de iniciado el curso escolar y achacó a los obispos el que en algunos colegios se hayan presentado dos profesores para el mismo puesto de trabajo. La consejería, dijo, sólo trató de evitar que se presenten como profesores personas que no disponen de la titulación necesaria, lo que al parecer ha ocurrido en varias ocasiones. Además de la declaración eclesiástica de idoneidad (DEI), los docentes de religión propuestos por la Iglesia y contratados y pagados por el Estado deben ser licenciados en el caso de la enseñanza secundaria, y maestros en el de primaria. Los obispos han propuesto este año 260 profesores de secundaria y 700 de primaria para los mil institutos que tiene Canarias.

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