Berlusconi reitera su apoyo a Bush, el Vaticano guarda silencio

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se apresuró ayer tarde a reiterar el apoyo de su Gobierno a la Casa Blanca, apenas iniciado el ataque aéreo contra Afganistán. 'Italia está al lado de EE UU y de todos los que se comprometen en la lucha contra el terrorismo', dijo el jefe del Ejecutivo. El Vaticano, por su parte, guardó silencio.

Una llamada del vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, había alertado poco antes a Berlusconi de que la ofensiva contra Osama Bin Laden y el régimen talibán había comenzado. El jefe del Ejecutivo italiano se desplazó inmediatamente de Milán a Roma, donde convocó el minigabinete de crisis integrado por el vicepresidente Gianfranco Fini y los ministros de Interior, Claudio Scajola; Defensa, Antonio Martino, y Exteriores, Renato Ruggiero, además de dos subsecretarios de Presidencia.

Berlusconi mantuvo una breve conversación telefónica con el presidente, Carlo Azeglio Ciampi. El primer ministro Scajola dio luz verde al plan de alerta en un país que hace una semana fue señalado por el Departamento de Estado norteamericano como uno de los más expuestos de Europa a nuevos atentados terroristas. La presencia en Roma del Vaticano, con símbolos de gran importancia para el Occidente cristiano, hace, según los servicios de información estadounidenses, más vulnerable a Italia ante el terrorismo.

La Santa Sede, que ha desestimado en más de una ocasión la gravedad de esta amenaza, no reaccionó ayer a las noticias llegadas de Asia central. Un hecho no especialmente sorprendente porque la jerarquía vaticana no suele precipitarse a la hora de hacer declaraciones en situaciones de crisis internacional.

El Papa, que ayer volvió a invocar la paz en la ceremonia de beatificación de siete nuevos mártires de la fe, tardó horas también en lamentar los atentados del 11 de septiembre. A finales de septiembre, el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, mostró comprensión hacia las acciones que pudiera emprender EE UU.