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Pakistán detiene a un líder islamista simpatizante de Bin Laden

Ángeles Espinosa

El Gobierno de Pakistán ya ha tenido bastante de los exabruptos del maulana Fazlur Rehman. Ayer, cuando regresaba de la primera plegaria del día, la policía le comunicó su arresto domiciliario. El vehemente líder protalibán no sólo se opone al respaldo de su país a la campaña internacional contra el terrorismo, sino que ha pedido a sus seguidores que tomen las bases militares que Estados Unidos pudiera usar para atacar Afganistán. Al mismo tiempo se supo que Islamabad ya ha ordenado congelar los haberes de los talibán en este país.

Rehman es uno de los principales dirigentes islámicos paquistaníes contrarios al apoyo de su Gobierno a EE UU en esta crisis. Su partido, Jamiat Ulema Islam (JUI), ha organizado la mayoría de las manifestaciones de protesta por todo Pakistán. Precisamente ayer, Rehman tenía previsto dirigirse a sus seguidores en Multan (sureste del país). Pero, a pesar de su detención, sólo unos 6.000 simpatizantes acudieron a la cita, lo que confirma la postura oficial de que no representan a la mayoría en un país de 140 millones.

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La medida contra Rehman no se basa en sus críticas al Gobierno, sino en la violación de dos leyes aprobadas en agosto que prohíben la incitación a la violencia y que los civiles exhiban armas en público. En un país invadido por la cultura del Kaláshnikov, nadie se había sorprendido hasta ahora por el despliegue de fusiles automáticos de que hacían gala los guardaespaldas que protegen al clérigo en los mítines. Sin embargo, sus últimos llamamientos a la yihad y a ocupar bases militares han colmado la paciencia de las autoridades.

A Rehman, en cuya red de escuelas coránicas se han formado muchos dirigentes talibán, se le atribuye haber organizado los primeros contactos entre los líderes de ese movimiento y relevantes personalidades saudíes. A pesar de sus pobres resultados electorales, el JUI adquirió peso político cuando a principios de los noventa se alió con el gobernante Partido Popular de Pakistán (de Benazir Bhutto). Desde entonces ha sacado provecho de sus vínculos con el régimen de los talibán.

Cuentas congeladas

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Ayer se supo que Pakistán ha congelado las cuentas bancarias de 146 dirigentes talibán, 10 árabes vinculados a Osama Bin Laden y 3 compañías afganas (la línea aérea Ariana y dos bancos). La decisión no se ha adoptado a raíz de los atentados del 11 de septiembre. Según el diario Dawn, dos circulares del Banco de Pakistán pidieron el pasado enero, y de nuevo en agosto, que todos los bancos que operan en este país congelaran esos depósitos.

Estas medidas están contempladas en las resoluciones 1.276 y 1.333 del Consejo de Seguridad de la ONU, que en 1999 y 2000 establecieron las sanciones internacionales contra el régimen talibán. Sin embargo, algunos observadores tienen la impresión de que no se habían aplicado con excesivo rigor hasta ahora.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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