Las ventajas de ser 'gay'

El dramaturgo, guionista y director francés Francis Veber tiene un largo historial a sus espaldas como realizador de comedias de éxito, con nueve películas rodadas en los últimos 25 años, entre las que destaca su gran éxito La cena de los idiotas (1998), basada en su obra de teatro homónima, y Tres fugitivos (1989), realizada en inglés en Estados Unidos.

En Salir del armario, vuelve a escribir y dirigir una película de gran éxito en Francia, la de mayor recaudación de 2001, con sus cinco millones de entradas vendidas, que ayuda a que el cine francés tenga este año el 51% de cuota de mercado, cifra realmente impresionante en el contexto europeo. Gracias a manejar con su característica habilidad sus viejos resabios de cineasta acostumbrado a jugar con soltura con el público, no sería raro que repitiese su éxito en España, pero sin llegar a esos extremos.

En esta ocasión, Francis Veber cuenta cómo un contable de una moderna fábrica de preservativos, al enterarse de que va a ser despedido, se hace pasar por homosexual sólo con hacer circular unas provocativas fotografías suyas. Ante la mala imagen que esto puede significar para la compañía, no sólo continúa en su puesto, sino que comienza a ascender. Al mismo tiempo que su hijo empieza a respetarlo, su ex mujer vuelve a hablar con él y tiene una aventura con su antigua jefa de sección.

Realizada con la habilidad de alguien que, como Veber, conoce muy bien los más viejos trucos de la comedia y cómo utilizarlos, Salir del armario tiene un buen punto de partida, una parte central más lenta y un brillante final, para convertirse en una comedia sin ninguna pretensión que no sea la de hacer reír, pero que funciona con perfección.

Gran parte de sus aciertos se debe a que su amplio reparto está encabezado por tres grandes actores del actual cine francés como son Daniel Auteuil, que encarna al protagonista, y Gérard Depardieu y Thierry Lhermitte, que dan vida a dos importantes personajes secundarios, manejados con su habilidad característica por Francis Veber.