El consumo de alcohol y 'éxtasis' entre los escolares de Madrid supera la media estatal

El consumo de alcohol, hachís y éxtasis de los escolares madrileños supera la media estatal. Sin embargo, toman menos cocaína que el resto y, como los demás, apenas prueban la heroína. Estos datos resultan de comparar una encuesta realizada por la Agencia Antidroga a 2.929 madrileños de 14 a 18 años con la información recabada por el Plan Nacional sobre Drogas en toda España. El gerente de la Agencia, José Manuel Torrecilla, destaca la 'permisividad' social hacia el consumo juvenil de alcohol como un hecho preocupante.

'Hace falta decir con claridad que el alcohol es una droga muy peligrosa y que los datos de consumo de esta sustancia entre la población juvenil dibuja un futuro preocupante. Existe una gran permisividad paterna hacia la bebida', aseguró Torrecilla. Para ilustrar dicha 'permisividad' apuntó que sólo un 16% de los progenitores prohíbe a sus hijos menores el consumo de alcohol, frente al 76% que les sanciona si fuman hachís. A escala nacional, el 18,6% de los padres prohíbe la ingesta de alcohol. Un 61% de los escolares madrileños encuestados es consumidor habitual de bebidas alcohólicas (es decir, las han probado en los 30 días previos al estudio), frente al 58% de la media española.

La práctica del botellón (beber en la calle y en grupo) se realiza sobre todo los fines de semana en lugares públicos. Resulta curioso que, en Madrid, el 53,2% de los adolescentes (especialmente los menores) beba en plazas o parques, cuando a escala nacional ese tipo de consumo callejero se da sólo en un 36% de los casos. Asimismo, un 20,7% de los chavales de Madrid fuma hachís habitualmente, cuando la media nacional es del 19,4%, y un 3,2% toma éxtasis (en España lo hace un 2,5%).

Por contra, sólo un 1,1% de los escolares madrileños consume cocaína de forma habitual, frente al 1,9% nacional. Ocurre lo mismo con los tranquilizantes: en Madrid los consume un 2,2% de los adolescentes, cuando en el ámbito nacional los usa el 19,4%. El consumo de heroína es muy bajo, tanto en Madrid como en el resto de España: sólo un 0,1% la usa de forma habitual.

Un 21% de los encuestados afirma que se ha emborrachado alguna vez en el último mes, y uno de cada tres reconoce haber sufrido algún problema por consumir alcohol (riñas, discusiones). A pesar de ello, sólo un 7,5% de los chavales tiene la percepción de soplar demasiado.

Permisividad de los padres

El 76% de los consumidores habituales de alcohol bebe porque le gusta el sabor de calimochos, cubatas y cervezas; un 58%, por diversión; un 16%, para olvidar problemas; un 20%, para sentir nuevas emociones; un 9,5%, por falta de otras opciones para su tiempo libre, y otro 9% lo hace para superar la timidez.

El tabaco es, tras el alcohol, la segunda sustancia cuyo consumo está más extendido entre los estudiantes de 14 a 18 años: casi el 30% son fumadores.

Torrecilla señaló que la mayor permisividad de los padres madrileños hacia el consumo de alcohol y hacia algunas costumbres de ocio de sus hijos, como salir hasta altas horas de la madrugada, inciden en que los jóvenes madrileños beban más. En este sentido, indicó que un 6% de los chavales de 14 años y un 26,8% de los de casi 18 regresan a casa los fines de semana después de las cuatro de la madrugada. Torrecilla subrayó que, en algunos casos, la excesiva permisividad puede acarrear un incumplimiento de los deberes de patria potestad de los padres. 'También las instituciones debemos intensificar las medidas preventivas, tanto las dirigidas a los padres como las que pretenden ofrecer alternativas de ocio juvenil', añadió.

El gerente de la agencia destacó que ésta va a intentar reforzar, con los ayuntamientos, los programas alternativos de ocio similares a los desarrollados en varios municipios metropolitanos como Leganés y en algunos distritos de la capital, 'en especial teniendo en cuenta ese 9,5% de bebedores habituales que dice aburrirse o no tener otras alternativas de ocio'. Sin embargo, un 89% de los encuestados asegura estar satisfechos con el uso de su tiempo libre. Nueve de cada diez escolares dicen estar bien informados sobre las drogas, sus efectos y consecuencias, la mayoría a través de los medios de comunicación.