La propuesta de pacto de Esquerra abre una grave crisis entre PP y CiU

La segunda jornada del debate de política general desembocó anoche en una grave crisis entre los dos socios parlamentarios catalanes: Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP). La falta de contundencia con que el presidente de la Generalitat rechazó la oferta de Josep Lluís Carod Rovira de construir una nueva mayoría parlamentaria en Cataluña, abandonando la alianza con los populares, enojó sobremanera al presidente del PP, Alberto Fernández Díaz, quien se negaba a pactar cualquier propuesta de resolución -de las que esta tarde debe votar el Parlament en el debate de política general- sugerida por los nacionalistas de Pujol. Eso sucedía poco antes de la medianoche de ayer en el Parlament. No obstante, desde el PP catalán se está a la espera de lo que decida la dirección popular desde la madrileña calle de Génova.

A última hora de la tarde de ayer, el sector más nacionalista de Convergència Democràtica analizaba un escenario con nueva mayoría, alejado del tripartito con socialistas que propugnan los republicanos. Los soberanistas de Convergència sólo contemplan un acuerdo bilateral con los diputados de Josep Lluís Carod Rovira. Algunos dirigentes de Esquerra, según fuentes de este partido, fueron sondeados ayer mismo en este sentido. No obstante, los republicanos se mostraban extraordinariamente cautos pues aún recordaban cómo quedaron en falso hace justamente un año, cuando Pujol rechazó con extrema dureza acercarse a los independentistas.

Todo abierto

A medianoche de ayer todo estaba abierto y el grupo parlamentario de CiU no había conseguido cerrar pacto alguno ni con el PP ni con ERC. Todo está abierto. CiU había negociado, con anterioridad al enojo de Alberto Fernández, numerosas resoluciones de política social y económica. Los populares aceptaban que los nacionalistas pactaran con Esquerra resoluciones en defensa del autogobierno, pero, eso sí, sin reformar el Estatut. Pero todo cambió entrada la noche. El PP se negó incluso a facilitar a CiU el texto de las propuestas que presentará hoy en el pleno del Parlament.

De hecho, en la ejecutiva de Convergència del pasado lunes, el propio conseller en cap y secretario general del partido, Artur Mas, dibujó ante la dirección ese hipotético nuevo escenario que situó, sin embargo, el próximo enero. Ayer, todo parecía más próximo. Y los más interesados en ese cambio de rumbo eran los soberanistas de CDC. 'Al fin y al cabo sólo necesitamos pactar con ERC cuatro o cinco leyes; con ello nos desmarcamos del PP', aseguraba un representante de este sector soberanista.

La de ayer, según los sectores moderados de la coalición, era una operación dirigida por los radicales con el fin de cambiar la mayoría. En las últimas semanas, no obstante, la tramitación de la llamada ley de déficit cero, que se vota esta mañana en el Congreso, así como la renovación del Tribunal Constitucional, han acelerado la actuación de los impacientes.