El Guggenheim presenta las obras que han hecho avanzar sus colecciones en el siglo XX
El legado Thannhauser vuelve a Europa con sus pinturas del impresionismo y las vanguardias
El Museo Guggenheim de Bilbao inauguró ayer seis exposiciones que se han nutrido de sus fondos propios. El legado del coleccionista alemán Justin K. Thannhauser, pinturas impresionistas, posimpresionistas y de las vanguardias históricas aportadas al Guggenheim en los años sesenta, vuelve a exponerse en Europa en una renovada presentación del arte propiedad del Guggenheim, que salta de los paisajes urbanos de principios del siglo XX a las obras de Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Louise Bourgeois, Fabrizio Plessi y Jeff Koons. 'Son artistas fundamentales en el crecimiento de la colección', destacó ayer el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte.
En un museo que carece de fondos expuestos con carácter permanente, la inauguración de Obras selectas de las colecciones Guggenheim, seis presentaciones de obras propiedad de los museos de Nueva York, Venecia, Berlín y Bilbao, es el acontecimiento de la temporada, a la espera de que el día 30 se presente la retrospectiva del arquitecto Frank O. Gehry, el autor del Guggenheim de Bilbao. Su director, Juan Ignacio Vidarte, explicó que los artistas presentes en la nueva presentación han permitido a la colección Guggenheim avanzar a lo largo del siglo XX y representan sus rasgos esenciales. 'Son artistas fundamentales en el crecimiento de la colección y están especialmente ligados a este museo', dijo.
Justin K. Thannhauser donó en 1963 al Guggenheim de Nueva York la colección de obras de arte que logró poner a salvo al huir de la Alemania nazi y que fue ampliando al establecerse en Estados Unidos. Las condiciones del legado de las 70 piezas maestras de finales del XIX y las vanguardias están sujetas a condiciones especiales, que restringen su traslado a Europa. La planchadora, de Picasso, realizada en 1904, a finales de la época azul, preside la sala que reúne las 30 pinturas y dibujos que han sido seleccionados. Obras de Cézanne, Manet, Degas, Gauguin y Braque, entre otros, configuran una exposición de pinturas y dibujos que cuenta con una docena de picassos de distintas etapas.
Petra Joos, directora de actividades museísticas del Guggenheim, propone reconocer en la muestra el gusto del coleccionista y una línea histórica. 'No olvidemos que era uno de esos marchantes que, con su gusto y apoyo, han hecho posible la historia del arte desde finales del siglo XIX', destacó.
Cuando hablaba de artistas vinculados al museo, Vidarte se refería, especialmente, a Jeff Koons, el autor Puppy, la escultura con forma de perro cubierta de flores que preside la entrada al Guggenheim, y a Eduardo Chillida, de quien ahora se presentan seis esculturas, un mural y obra sobre papel, en contraposición a cuatro pinturas de Antoni Tàpies.
La obra reciente de Koons compone la exposición Facildiversión etérea, siete obras llenas de color creadas a partir de imágenes de revistas y publicidad tratadas por ordenador para crear unos collages que posteriormente son plasmados sobre lienzo al óleo con la técnica hiperrealista tradicional.
El humor de Koons contrasta con la atormentada obra de la escultora franco-americana Louise Bourgeois. En el exterior, el Guggenheim ha instalado su adquisición más reciente, Mamá, una de las arañas gigantes que Bourgeois, de 90 años, ha creado en la última década. Mamá se completa con una pequeña muestra de siete obras creadas por Bourgeois a lo largo de 60 años.
Paisaje urbano
La ciudad moderna ofrece la visión del paisaje urbano de los maestros europeos y americanos de principios del siglo XX. Allí se ve el París de Delaunay y Chagall, el Berlín de Bauer y Grosz, y las vistas de Nueva York que pintó Albert Gleizes tras establecerse en América.
A Fabrizio Plessi (Reggio-Emilia, 1940) le corresponde plasmar, con la instalación Roma II, la presencia de los soportes audiovisuales en las colecciones Guggenheim. 'Uso tecnología que recupera la historia que llevamos dentro', defendió Plessi ante una obra que presenta 40 televisores ordenados en una circunferencia, rodeados de mármol travertino. 'Son imágenes del río Tíber, captadas hace 20 años', explicaba. 'Es arqueología del vídeo'. A finales de enero, estas exposiciones comenzarán a desmontarse progresivamente.
Babelia
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