La oposición preguntará al ecónomo el origen de los mil millones

Enrique Peralta, ecónomo del Arzobispado de Valladolid, afrontará hoy dos preguntas clave en la comisión Gescartera. La oposición le reclamará que explique cómo es posible que el Arzobispado recibiera cada 15 o 20 días 15 o 20 millones de pesetas para invertir en Gescartera.

El ex delegado de Gescartera en Valladolid Javier Valenzuela contó que los más de mil millones de pesetas que el Arzobispado de Valladolid tenía en Gescartera y recuperó en 1999 no fueron ingresados de una vez. Relató que procedían de ingresos 'pequeños', de 15, 20 o 25 millones, prácticamente siempre en cheques, que el ecónomo le hacía llegar cada 15, 20 o 25 días.

Un día después, el director comercial de Gescartera, José María Castro, dejó caer una frase enigmática. Cuando le preguntaron por la anotación de la agenda de Pilar Giménez-Reyna sobre el 'dinero B' de la Iglesia, Castro replicó que la Iglesia no puede tener dinero B porque todo puede tomar la forma de una donación y la Iglesia no paga impuestos. Otra cosa, apostilló Castro, es que Giménez-Reyna se refiriera a otras instituciones... El ecónomo también podrá explicar quién le recomendó que sacara sus mil millones de Gescartera y por qué no quiso presentar ninguna reclamación ante la CNMV.

Antes del ecónomo está citado Antonio Botella, sucesor de David Vives en la investigación sobre Gescartera. Iba a declarar el pasado miércoles, después de Vives, pero las explicaciones de éste se prolongaron más allá de lo previsto. Botella tendrá que explicar por qué él no vio las irregularidades que había detectado el equipo de Vives; por qué no investigó la veracidad del presunto certificado de HSBC de una Sicav (un tipo de fondo de inversión) en Luxemburgo; por qué no llamó a La Caixa cuando en octubre le entregaron certificados falsos y por qué informó a favor de la transformación de Gescartera en agencia de valores.

El papel de Botella es clave para entender qué pasó en la investigación de Gescartera a partir de julio de 1999. Botella rechazó incorporar a los técnicos que le ofrecía Vives y cambió la fecha de inicio de la inspección.