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Los paramilitares protestantes matan a un periodista en el Ulster

Primer informador asesinado en 30 años

Disidentes de los grupos paramilitares protestantes se atribuyeron ayer el asesinato de un periodista en Irlanda del Norte el viernes por la noche. El crimen confirma la voluntad de los lealistas protestantes más extremistas de mantener la violencia en el Ulster en un intento de provocar una reacción semejante del IRA y acabar con el proceso de paz. Martín O'Hagan se dirigía a su casa en Lurgan, condado de Armagh, en el centro de la provincia, tras salir de un pub con su mujer. Ambos iban paseando juntos, pasadas las 22.30, cuando fue tiroteado desde un coche por paramilitares lealistas.

Todos los sectores políticos han condenado el asesinato, que se produjo pocas horas después de que el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, hiciera pública su conclusión de que la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) no ha roto el alto el fuego a pesar de que la policía relaciona a ese grupo paramilitar protestante con los constantes focos de violencia callejera y asesinatos ocasionales que siguen ocurriendo en la provincia.

Apenas mayor de 50 años, O'Hagan, padre de tres hijas, trabajaba en la redacción en Belfast del diario irlandés The Sunday World. Siempre destacó por su obstinación por luchar contra la violencia sectaria en Irlanda del Norte, viniera de donde viniera, lo que le había granjeado muchos enemigos, sobre todo en el campo protestante. En el pasado se vio forzado a abandonar la provincia tras recibir serias amenazas de muerte. En más de treinta años de conflicto, ésta es la primera vez que es asesinado un periodista. 'No es sólo un ataque a un individuo, sino un ataque a la libertad de expresión', declaró Rory McLeod, presidente del sindicato nacional de periodistas.

El crimen fue reivindicado ayer a través de una llamada a la redacción de la BBC en Belfast por el llamado Grupo de la Mano Roja, una tapadera utilizada por dos grupos paramilitares lealistas, el UDA y la Fuerza de Lealistas Voluntarios (LVF). Elementos disidentes de este último grupo parecen ser los principales sospechosos.

La muerte de O'Hagan pone en aprietos a todos los políticos. Al ministro británico John Reid, porque pocas horas antes del asesinato había llegado a la conclusión de que el UDA sigue sin haber roto formalmente el alto el fuego aunque sus militantes están implicados individualmente en los graves incidentes nocturnos que se siguen sucediendo en el norte de Belfast.

También pone en aprietos al líder de los protestantes moderados, David Trimble, que sigue tensando la cuerda política para que el IRA admita públicamente la entrega o destrucción de sus arsenales, mientras son los protestantes, y no el IRA, los responsables de los disturbios y asesinatos del último año. Y también pone en aprietos al líder del Sinn Fein, Gerry Adams, porque un gesto político del IRA en la línea exigida por los protestantes moderados dejaría sin argumentos políticos la violencia de los últimos meses. La prensa londinense especuló la semana pasada con un inminente anuncio del IRA en esa línea, pero tanto la policía norirlandesa como el ministro Reid puntualizaron entonces que no hay datos que permitan esperar la destrucción física de una parte de los arsenales de los terroristas católicos. Trimble presiona estos días al IRA afirmando que si no se desarma ahora, aprovechando la conmoción provocada por los atentados en Estados Unidos, no lo hará nunca.

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Policías de Irlanda del Norte registran la zona de Lurgan, donde fue asesinado el periodista Martin O'Hagan.
Policías de Irlanda del Norte registran la zona de Lurgan, donde fue asesinado el periodista Martin O'Hagan.EPA

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