Llagostera monta festejos de protesta mientras Fecsa tensa los últimos cables

Una manifestación encabezada por gigantes y cabezudos danzarines que parecía robada de una película de Federico Fellini trazó ayer por la mañana un recorrido festivo por la verde planicie en la que se asienta la línea de alta tensión de Les Gavarres. Mientras, los operarios de Fecsa Endesa se afanaban a trabajar en una más de las maratonianas jornadas que no consigue interrumpir ni la oscuridad de la noche ni la pertinaz lluvia de los últimos días. La mayoría de los cables entre las ocho torres de alta tensión que quedaban por terminar estaban ayer instalados y se procedía a tensarlos. Todo parece indicar que este fin de semana el tendido quedará prácticamente listo para entrar en funcionamiento.

El Ayuntamiento confía todavía en detener, el lunes o el martes, las obras con el recurso presentado el viernes ante en Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. El recurso se dirigió contra el decreto del Consejo Ejecutivo de la Generalitat que el pasado miércoles impuso la línea por encima de la ley municipal y permitió reanudar los trabajos después de meses de paralización. Durante toda la jornada de ayer la oposición a la línea tuvo un carácter eminentemente festivo, aunque se produjeron algunos momentos de tensión cuando la Policía Local exigió a los operarios de Fecsa-Endesa el pertinente permiso para talar algunos árboles que dificultaban el paso del tendido eléctrico. También a última hora de la tarde, un grupo de jóvenes burló el cerco policial de los mossos e inutilizó uno de los grupos electrógenos que se utilizaban para iluminar la zona de obras. No hubo detenciones, aunque, al parecer, los agentes identificaron a los jóvenes gracias a las matrículas de las motos que conducían.

El alcalde de Llagostera, Lluís Postigo, aseguró que está dispuesto a reunir a los 10 propietarios afectados por el trazado alternativo que propone el consistorio para demostrar que aceptarían el paso de la línea. Esto demuestra, según Postigo, que no era necesaria la imposición de la Generalitat. El trazado que defiende el consistorio está más alejado de las zonas habitadas que el que se está imponiendo.

En la manifestación que se desarrolló ayer por la mañana, y que reunió a unas 300 personas, participaron grupos de gigantes y charangas de Llagostera, Calonge y Cassà de la Selva. Durante la tarde se celebraron diversas actuaciones infantiles y musicales.

La acampada prevista para el fin de semana quedó deslucida a causa de la lluvia; no así una cena popular con baile prevista en el mismo lugar el sábado por la noche y que finalmente se trasladó hasta una nave del polígono industrial que cedió un vecino de la localidad. Durante esta celebración, por la que pasaron a lo largo de la noche unas trescientas personas y que muchos vecinos compararon con la fiesta mayor del municipio, se hicieron encendidas proclamas contra la línea.

El alcalde de Llagostera y representantes de la Coordinadora Anti-línea explicaron al vecindario los pormenores del conflicto. En un par de ocasiones, y ya de madrugada, toda la comitiva festiva se trasladó hasta el cordón policial de los Mossos d'Esquadra para cantar canciones reivindicativas. Tras la fuerza pública, los operarios de Fecsa-Endesa trabajaban bajo la luz de los focos. A pesar de la tensión, en ningún momento se produjeron incidentes dignos de destacar.

Ayer por la noche estaba previsto un concierto en un escenario instalado junto al cordón policial de los Mossos d'Esquadra. Diversos grupos de rock aceptaron a lo largo de los últimos días la propuesta de actuar en Llagostera en solidaridad con la revuelta del municipio. Los festejos culminan hoy con una feria popular y una actuación sardanista que se ha trasladado a la zona de conflicto desde el centro de la población. Este puede ser el acto más multitudinario contra el tendido eléctrico.