El asesino de Suiza fue condenado a los 27 años por pederastia
Leibacher tenía tres licencias de armas a pesar de su paso por prisión
Frederich Leibacher, el suizo que el pasado jueves asesinó a 14 personas en el Parlamento del cantón de Zug y después se suicidó, actuó con premeditación y sangre fría. 'El asesino se preparó y se equipó muy bien', explicó Urs Hürlimann, comandante de la policía cantonal. En el momento de los hechos, el asesino llevaba una vestimenta con un chaleco que llevaba inscrito la palabra 'policía', pero no se trataba de un uniforme oficial de la policía de Zug.
Leibacher, cuando entró en el Parlamento, llevaba un fusil de asalto 90, un fusil de repetición (Pump Action), una pistola Sig y un revólver. Según las primeras investigaciones, Leibacher disparó varias balas con el fusil de asalto y otras con el de repetición. También disponía de una bolsa llena de explosivos.
El comandante de la policía cantonal reconoció que ignoraba cómo fue posible que el asesino consiguiera estas armas, que no forman parte del instrumental con que cuenta el Ejército helvético. En Suiza, el servicio militar dura de los 18 a los 50 años. Cada año, los suizos, que se quedan con las armas que les da el Ejército para su formación, tienen un periodo de tres semanas de instrucción. Pero Leibacher tampoco hizo el servicio militar. Sin embargo, poseía tres permisos para llevar armas.
El responsable de las investigaciones, Roland Schwyter, juez de instrucción cantonal, informó además de que Friedrich Leibacher fue condenado por primera vez en 1970. A los 27 años de edad, el tribunal cantonal de Zug le declaró culpable por varios delitos relacionados con la pederastia, malversación de fortunas y falsificación de títulos. Estuvo 18 meses en la cárcel. El asesino volvió a ser un caso policial en 1998. En octubre de ese año amenazó con un cuchillo al conductor de un autobús. Leibacher escribió una carta a un periódico local arremetiendo contra el transporte público. La empresa pública le puso una denuncia por difamación. Leibacher puso un recurso, que fue desestimado. Ése se supone que fue el origen de la matanza que desencadenó en el Parlamento cantonal. Leibacher también tuvo problemas en la oficina de empleo de un cantón vecino: Uri. Allí también amenazó a varias trabajadoras de la oficina.
Se sabe que estaba casado, tenía una hija y que vivía solo. Trabajó un tiempo como empleado de comercio y desde el año pasado cobraba una pensión por invalidez.
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