El Supremo obliga a declarar en juicio a una niña que fue objeto de abusos

El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia de Barcelona que vuelva a juzgar a un empleado del hogar, condenado a nueve años y diez meses de prisión por abusar sexualmente de la menor a la que cuidaba y de su prima, porque la primera, que tenía cinco años cuando ocurrieron los hechos, no compareció en el juicio oral que se celebró. La sentencia cuenta con el voto particular de los magistrados Roberto García-Calvo y Adolfo Prego, que consideran que las declaraciones prestadas por la prima eran suficientes para condenarle sin vulnerar su derecho a la presunción de inocencia.

La Audiencia de Barcelona consideró probado que desde que en 1996 el procesado entró a trabajar en el domicilio de un matrimonio con dos niños de cinco y cuatro años abusó de la niña. Un día de septiembre de ese mismo año, fue a la casa una prima de los niños. Baltasar se llevó a las dos chicas a su habitación y, tras enseñarles revistas pornográficas, cometió supuestamente abusos.

A pesar de contar con informes médicos y psicológicos que desaconsejaban la presencia en el juicio de la menor, que nació en 1990, el Supremo considera que sin su testimonio se vulneró el derecho del acusado a tener un juicio con todas las garantías, incluido el de confrontación 'con la única testigo de cargo que había relatado una serie de actos que luego el tribunal ha declarado probados'. 'Si la finalidad de evitar nuevas experiencias desagradables a la supuesta víctima del hecho es atendible y digna de consideración', explica el Supremo, 'no puede sin embargo llegarse al extremo de prescindir absolutamente de la presencia de la misma para satisfacer el derecho del acusado de interrogarla o hacerla interrogar, máxime cuando los peritos psicólogos han señalado la posibilidad de que el interrogatorio se efectúe adoptando precauciones que eviten situaciones nocivas para la joven testigo'.

El voto particular de los magistrados Roberto García-Calvo y Adolfo Prego considera que la declaración que la menor prestó en la fase sumarial es suficiente para enervar la presunción de inocencia del acusado, porque tiene valor probatorio. Además, niegan el argumento de sus compañeros de tribunal consistente en que se trataba de la única testigo de cargo, porque su prima sí declaró ante la sala de instancia.