El ataque de Rato a los socialistas bloquea la negociación de los cargos institucionales
Las direcciones del PP y del PSOE han vuelto a sepultar su voluntad de reanudar las negociaciones para la renovación de los 36 cargos institucionales tras la andanada, en el pleno parlamentario del miércoles pasado, del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, quien reprochó a los socialistas utilizar esta negociación para colocar a ex ministros que 'molestan' a la cúpula socialista. Desde ambos grupos se admitía ayer que el diálogo no podrá reanudarse al menos en dos o tres semanas. Máxime porque ni el PSOE ni Rato están dispuestos a bajar la guardia.
El portavoz socialista, Jesús Caldera, prepara para la próxima semana tres preguntas para el ministro de Economía sobre su responsabilidad en los nombramientos de altos cargos relacionados con el caso Gescartera. El titular de Economía, por su parte, perseverará en la línea de responder con ataques a la actual dirección del PSOE y a los anteriores gobernantes en demanda de responsabilidades políticas por casos anteriores, como el de los fondos reservados.
El PSOE ya sabe a qué atenerse si continúa pidiendo responsabilidades políticas a Rato. Esta advertencia, expresada por personas cercanas al vicepresidente, se produjo después de conocer que los socialistas tampoco se van a 'arrugar' por las andanadas del ministro.
Los nombramientos de Rato
Así, el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, insistirá pleno tras pleno en el Congreso en demandar a Rato responsabilidad política por los nombramientos en su momento de Enrique Giménez-Reyna como secretario de Estado de Hacienda y de Pilar Valiente al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El PSOE se aferrará a la doctrina del Grupo Popular, y del propio Rato, sobre el concepto de responsabilidad política desarrollado ampliamente por los populares frente a los Gobiernos de Felipe González. El vicepresidente, por su parte, reprochará a Caldera que su partido en su momento no asumió tales responsabilidades sin mencionar, por tanto, las dimisiones que sí hubo en aquella etapa tormentosa para el partido del gobierno. Carlos Solchaga, como portavoz parlamentario; Narcís Serra, en la vicepresidencia del Gobierno; Julián García Vargas, en la cartera de Defensa, y José Luis Corcuera, que abandonó Interior cuando el Tribunal Constitucional echó abajo artículos decisivos de la llamada ley de la patada en la puerta, dimitieron de sus cargos.
La estrategia de Rato, sin embargo, ha incomodado en sectores del Grupo Popular y del Ministerio de Justicia por cuanto que ha abortado el intento firme y discreto que iba a ponerse en marcha la noche del miércoles pasado para reanudar el diálogo sobre la renovación de los 36 cargos institucionales.
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