El Dow Jones se suma a última hora a las subidas de las plazas europeas, pese a los malos datos económicos

Las bolsas europeas volvieron ayer a desmarcarse de los mercados estadounidenses. El índice de la Bolsa de Madrid cerró con su cuarta alza consecutiva y una revalorización del 2,06%, que fue del 2,08% en el caso del Ibex 35, mientras que el mercado parisiense ganó el 0,95%, el 1,44% el londinense y el 2,18% el alemán.

Los principales índices estadounidenses estuvieron en negativo durante toda la sesión, pero mejoraron durante la última hora. El Dow Jones cerró con un alza del 1,33%, mientras que el tecnológico Nasdaq acabó con un descenso del 0,23%, inferior al registrado durante la sesión.

Con esta revalorización, la Bolsa de Madrid acumula en la semana una ganancia del 9,9% y hay que remitirse a la semana del 20 al 24 de agosto para conocer tantos días de subida continuada. Eso sí, fue una jornada de muchas variaciones en los precios de las acciones. El volumen de negocio comenzó siendo muy bajo, pero al final la contratación de la Bolsa de Madrid alcanzó los 303.000 millones de pesetas.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió dejar intactos los tipos de interés en el 3,75%, aunque los expertos consideran que a lo largo del otoño se producirán nuevos descensos que, seguramente, se coordinarán con las actuaciones de la Reserva Federal (Fed) estadounidense. También se conoció el dato de la masa monetaria (depósitos a la vista, billetes) en Europa, que creció el 6,7% en agosto, más de lo previsto.

En Estados Unidos los datos de ayer fueron negativos para las bolsas,ya que evidencian una situación de desaceleración brusca de su economía. Pese a ello, lograron subir en la última media hora. El índice de pedidos de bienes duraderos caía el 0,4%, con una previsión de descenso del 0,2%, dato que indica la menor pujanza del consumo, sobre el que se asientan las dos terceras partes de la economía estadounidense.

Además, el índice semanal de peticiones de empleo aumentó hasta la cifra más alta de los últimos nueve años. También continúan revisándose a la baja los beneficios de las empresas, sobre todo las tecnológicas. Todos estos datos están pesando sobre el ánimo de los inversores, que, por el momento, prefieren optar por las bolsas europeas, las más castigadas en el año.