'La pareja del año', una mirada al ombligo de Hollywood

La fascinación de Hollywood consigo mismo ha quedado patente a lo largo de la historia, cargada de películas centradas en la industria del espectáculo: The player, Notting Hill, Bowfinger o State and Maine son algunos de los ejemplos más recientes de este interés de la meca del cine por mirarse el ombligo al que ahora se apunta La pareja del año, una sátira ideada por Billy Crystal que bromea con los pecadillos de unas estrellas más patéticas que perfectas. 'Espero que nadie salga pensando que esto es un análisis freudiano de cómo son las estrellas', advierte Julia Roberts, parte de un elenco que incluye a Catherine Zeta-Jones, John Cusack, Christopher Walken o el propio Crystal, en un filme dirigido por Joe Roth.

Es demasiado fácil trazar similitudes entre las anécdotas del filme y las estrambóticas leyendas que circulan en esta industria, y muy difícil aceptar que todo parecido con la realidad sea pura ficción. 'La única persona en la que me inspiré fue Hal Ashby, parte de una generación de directores que le dirían al estudio aquello de 'te daré lo que quiera cuando yo quiera, y te gustará, y aprenderás a disfrutarlo', admite Roth del personaje de Hal Weidmann, realizador que tiene secuestrada su última película sin querer mostrársela ni a los productores ni a la prensa.

A medida que se habla con los integrantes de La pareja del año, van saliendo más 'inspiraciones', como la de la pareja protagonista con Elizabeth Taylor y Eddie Fisher al concluir Cleopatra, en la que la actriz de los ojos violetas conoció al que se convertiría en el amor de su vida, Richard Burton. 'Sólo hay que imaginarse cómo hubiera sido la ronda de entrevistas para la promoción de ese filme', apunta Crystal, cuya lástima hacia Fisher le hizo bautizar como Eddie al personaje de John Cusack. El jefe de estudio, interpretado por Stanley Tucci, sería el propio Roth 'haciéndole decir mis más íntimos pensamientos, ésos que nunca he podido decir en la realidad'.

Pero los labios del equipo están sellados a la hora de poner nombres a las estrellas actuales de las que el filme hace mofa. 'Yo también he oído lo del cocinero particular, que prepara la comida en función de la escena a interpretar, pero son historias de segunda mano', admite Cusack sin pronunciar el apellido Travolta que acompaña tal leyenda. Tanto Roth como Crystal pensaron en Antonio Banderas para el papel del amante castellano, oferta que no fue de su gusto y que finalmente acabó en manos de Hank Azaria. Como reza el dicho popular de esta industria, en un país en el que no existe la monarquía, las estrellas se han convertido en la realeza, un concepto que corrobora la existencia de ayudantes personales, la versión de Hollywood de los ayudas de cámara.