_
_
_
_
_
CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Transiciones

Parece ser, ¡por fin!, que ha finalizado el proceso de transición política en este país, dado las múltiples actividades que en estos últimos meses se han prodigado a través de series televisivas, edición de libros, conferencias y mesas redondas, cursos de verano y de otoño en nuestras universidades, etcétera. Más que sueños, ilusiones.

Este 'pistoletazo de salida' para dar por finalizada -¿y archivada- la transición tiene incluso su plasmación en los Presupuestos Generales del Estado a través de una partida de 500 millones de pesetas que irán destinados a recordar y conmemorar dicho proceso político.

Evidentemente, esos 500 kilos son para uso exclusivo de los partidos políticos -y sus fundaciones- representados en el Congreso de los Diputados.Este hecho -fin de la transición política- debe ser calificado como 'histórico', pues hasta ahora cualquier problema importante, sobre todo si no era de carácter político (sindical, social, económico, medioambiental, etcétera), rápidamente se echaba mano al argumento de '... poner en peligro la transición', para buscarle una salida, que normalmente era contraria a los intereses de los que demandaban una solución a tal o cual problema.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Aunque, si miramos más despacio, lo que parece ser es que lo que ha finalizado es la transición política, pero no las 'otras transiciones', ya que es difícil escuchar o ver en esas series de televisión, libros, conferencias, etcétera, unos mínimos análisis y reflexiones del papel desarrollado en este periodo por los movimientos vecinales, sindicales, medioambientales, culturales y un largo etcétera que, con mayor o menor responsabilidad en este proceso, ha provocado la situación de la sociedad actual, donde... ¡todo va bien!

Una vez más, los protagonistas -la mayoría organizada, y ruidosa, de los años setenta y ochenta- están siendo silenciados, y su memoria, llena sobre todo de derrotas, ha sido arrojada a la papelera sin posibilidad de recuperarla, porque las escasas victorias obtenidas ya se las han apuntado otros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_